La ausencia del folk aragonés en la oferta musical de las Fiestas del Pilar es uno de los agujeros más evidentes dentro de la programación que ha diseñado el Ayuntamiento de Zaragoza. Su desaparición en el programa ha sido criticada por los propios grupos (un total de 45 bandas de folk han firmado un manifiesto), pero también ha sido ampliamente lamentada en las redes sociales e incluso por la clase política: el PAR ha reprobado este martes la ausencia de una de las propuestas «con más tradición» en el programa musical de los Pilares.
La vicealcadesa Sara Fernández ha salido al paso de todas estas reacciones y ha querido dejar claro que tras la ausencia «no hay ninguna directriz política". "Desde mi departamento, por supuesto, no se ha dado ninguna orden en este sentido. Dejamos total libertad a los programadores, que son los que deciden los grupos que acuden a los escenarios», ha indicado Fernández, que ha apuntado además que en la programación musical sí ha tenido cabida «un folk más moderno»: «Ahí están por ejemplo los casos de Ixeya, Almalé y Ester Vallejo».
Con todo, la vicealcaldesa asegura haber tomado nota de la reivindicación de los 45 grupos que han firmado el comunicado. «Para el próximo año lo tendremos en cuenta, pero contentar a todas las sensibilidades es muy complicado», ha señalado Fernández, que ha apuntado que sí hay un representante del folk tradicional aragonés. En efecto, Eduardo Paz (La Bullonera) ofrecerá un concierto el próximo 16 de octubre en el parque de Los Incrédulos del barrio de Casablanca en el que recordará su propio repertorio y el de Labordeta y Carbonell.
Será la única licencia al folclore aragonés dentro de una programación musical en la que se echará muchos de menos a propuestas como la de La Ronda de Boltaña, solo por citar a alguno de los grupos.
Reacción política
Por su parte, Jesús Martín, presidente del PAR de Zaragoza, ha explicado que se adhiere al manifiesto, porque «un pueblo sin raíces es un pueblo sin alma ni futuro» dice el manifiesto y recordó que «este espacio se ha mantenido desde finales de los años 70 del pasado siglo, con las primeras fiestas democráticas, y al que el público acudía para escuchar y disfrutar de los grupos que han rescatado, divulgado y actualizado nuestras raíces musicales. Es la música que une a las distintas generaciones, pequeños, mayores y ancianos, porque crea un vínculo emocional y cultural que se perpetúa en el tiempo. Su reinterpretación nos identifica como aragoneses y como ciudadanos del mundo», ha señalado a través de un comunicado publicado por su partido .
Desde que cerca de 50 grupos de folclore denunciaron el hecho, las redes sociales se han llenado de multitud de mensajes de apoyo y de quejas hacia una decisión, la del ayuntamiento, que muchos consideran «inexplicable». Y es que conviene no olvidar que muchos de los conciertos de música popular que se han ido programando a lo largo de los años han sido de los más multitudinarios de las fiestas como es el caso de La ronda de Boltaña cuando le cedían el escenario de la plaza del Pilar para ofrecer un concierto.
