El parque de la Paz ha acogido dos grandes conciertos durante el mediodía del primer domingo de las Fiestas del Pilar. Desde bien temprano personas de todas las edades cogieron sitio en las escaleras frente al gran escenario, mientras que los que fueron más previsores, ataviados con mantas y algún que otro refrigerio, decidieron disfrutar del espectáculo musical desde el césped.  

Además del espacio, el buen tiempo fue un gran aliado para el idílico ambiente que se respiraba en el lugar, en el que antes de que llegaran los grupos ya se podían escuchar canciones de cantautor sonando por los altavoces, que vaticinaban lo que iba a llegar después. 

Pasión a la guitarra

Nadie quiso perderse el derroche de sensibilidad que ofreció Travis Bids, que ya solo con las primeras notas de sus instrumentos consiguió captar la atención de todos. ‘Madre conciencia’ fue la canción elegida para abrir este delicado concierto, en el que primaba su rasgada voz y las potentes letras por encima de cualquier otra ornamentación.

La cantautora madrileña explicó durante el encuentro que el día de antes se encontraba afónica, pero eso no le ha impedido levantarse a las 4.00 horas para deleitar a vecinos y visitantes de las Fiestas del Pilar de Zaragoza con un trocito de su mundo interior, repleto de matices que traspasaron cualquier frontera. Así, canciones como ‘Lagarto rojo’, ‘Cada minuto’ o ‘A veces sueño’ provocaron una marea de reacciones en el público, entre los que se encontraban desde los que tarareaban sus letras en silencio hasta los que optaron por dejarse mecer por la música, bailando al son de las melodías

Travis Birds solo soltó su guitarra para tomar posición en el órgano, desde el que cantó, sola en el escenario, su canción más popular, ‘Coyotes’ banda sonora de la serie ‘El embarcadero’. No obstante, uno de sus momentos cumbre fue cuando puso su voz a populares canciones, versionando temas como ‘Soy rebelde’, de Jeanette, o ‘Todo es mentira’, de Albert Pla.

El momento más especial

Después fue el turno de Técanela, en el que sus cantantes, Ariadna Rubio y Jano Fernández llevaron a cabo un impresionante mestizaje de ritmos a través de pegadizas letras y un sinfín de instrumentos, entre los que se encontraban guitarras, flautas o armónicas.

El público se repartió entre las escaleras, frente al escenario, y el césped JONATAN BERNAD

Asimismo, ni siquiera los problemas técnicos que sufrieron al principio de la actuación pudieron evitar que los artistas levantaran al público en más de una ocasión a través de interactivas canciones que los involucraban, animando a todos a bailar con sus divertidos ritmos y con letras que hablaban de ser conscientes del autosabotaje al que nos sometemos -‘Mi yo cabrón’-, de la necesidad de tener en cuenta el camino que hemos recorrido -’Migas’- o de la importancia de cuidar el medio ambiente -’Llegamos tarde’-.

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No obstante, el momento más especial de la jornada tuvo lugar antes de esta última canción, cuando los de Técanela revelaron que tenían una sorpresa para alguien del público. Y no fue para menos, puesto que los asistentes a este singular concierto de las Fiestas del Pilar pudieron asistir a una bonita pedida de mano, que tuvo lugar en la primera fila y que culminó con un tierno beso entre los recién prometidos. 

El bello acto se vio perfectamente complementado por el espectacular ambiente que tanto Travis Bids como Técanela consiguieron crear alrededor del parque de La Paz en algo más de dos horas, que hizo que más de uno se fuera a comer este domingo con una sonrisa en la boca y, probablemente, con alguna que otra canción nueva en su playlist.