La peculiar despedida de una peña de Zaragoza de las Fiestas del Pilar a ritmo de charanga

Días después de su finalización, las Fiestas del Pilar de Zaragoza sigue dando que hablar pues son muchos los videos e imágenes que nos han dejado estas nueve jornadas de actividades, conciertos y eventos para todas las edades en la ciudad. Las peñas han vuelto a ser unas de las grandes protagonistas de los festejo. Son 26 en toda la ciudad y con su presencia y colorido animan los distintos actos que se llevan a cabo estos días, como el pregón o las vaquillas.

Las peñas también hicieron acto de presencia en uno de los momentos más esperados y multitudinarios de los festejos como es la traca final. El espectáculo pirotécnico que pone punto y final a los Pilares volvió a congregar este año a miles de personas en torno a los puentes y las riberas del Ebro para disfrutar del estruendo y colorido de los fuegos artificiales.

No obstante, algunos se resistieron a despedir los festejos sin cumplir con una última tradición. Es el caso de la Peña Los Marinos, del barrio de San José, que como viene siendo habitual desde hace algunos años se dirigió a la estructura de la Virgen en la plaza del Pilar con su perfumado manto de flores para decir adiós a las Fiestas del Pilar con un último baile.

Zaragoza empieza a retirar las flores de la Ofrenda a la Virgen del Pilar

Una tradición de más de 30 años

Tal y como puede verse en un video compartido en redes sociales que se ha hecho viral, la Peña Los Marinos se unió a la Charanga Los Espontáneos para cumplir con esta costumbre que ya es toda una tradición y que cada año suma a más gente. Ante una multitud de curiosos espectadores, músicos y peñistas bailaron al compás de algunas canciones en su particular versión del 'Pobre de mí'.

Una celebración improvisada con la que alegraron la noche a todos los allí presentes para alargar el ambiente festivo hasta rozar la medianoche. Según explicaron desde la Peña de Los Marinos, esta es una tradición que llevan cumpliendo desde hace 30 años, la despedir a la Virgen tras los fuegos, a la que cada vez se suma más gente. Un fin de fiestas por todo lo lo alto que algunos incluso ya están pidiendo que se convierta en una tradición de todas las peñas y vecinos que quieran sumarse.