Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Los espectadores también votan: el circo se gana el corazón de las Fiestas del Pilar

Diez artistas de talla mundial compiten cada día bajo la carpa en un espectáculo que combina emoción, humor y magia en el que los asistentes deciden quién conquista el Premio Especial de la Ciudad de Zaragoza

El Festival de Circo de Zaragoza garantiza emociones fuertes.

El Festival de Circo de Zaragoza garantiza emociones fuertes. / Jaime Galindo

ZARAGOZA

Bajo la carpa blanca del recinto ferial de Valdespartera, el rugido de los aplausos se mezcla con la música festiva y el bullicio de las Fiestas del Pilar. Del 3 al 26 de octubre, la ciudad vive una nueva cita con la magia y la emoción. El II Festival Internacional del Circo de Zaragoza es un espectáculo de primer nivel que convierte sus funciones en una celebración de arte y alegría.

Organizado por Rossi Show Time, el festival reúne a diez artistas de talla mundial que compiten por el codiciado Payaso Baturro de Oro. Cada actuación deja sin aliento al público. Además, este también tiene la palabra. Con sus votos, la parroquia local va a entregar el Premio Especial de la Ciudad de Zaragoza. En cada función, los asistentes tienen la oportunidad de elegir su espectáculo preferido. Hasta la fecha, más de 500 personas ya se han decantado. El resultado final se dará a conocer en los últimos días.

VÍDEO | II Festival Internacional de Circo de Zaragoza

Jaime Galindo

Con puntualidad británica, la banda de la función da la bienvenida a los asistentes mientras los más rezagados se van acomodando con gran ilusión. Niños, y no tan niños, esperan con una sonrisa de oreja a oreja el desfile de artistas que está a punto de comenzar. Las luces se apagan y la expectación se eleva al ritmo que marca la música. Los primeros aplausos no se hacen esperar al compás de la orquesta, cuyo lenguaje es universal. Todo el mundo entiende lo que está a punto de pasar.

El desfile inicial, con los artistas portando sus banderas nacionales, da paso al presentador de la tarde, Kike Aguilera, quien viste una elegante levita con la Basílica del Pilar bordada en la espalda. El arte y el talento que está a punto de desfilar por la pista prometen un espectáculo a la altura de las expectativas.

Comienza el espectáculo

Réka Szabó entra en escena ante la atenta mirada de los presentes con la inconfundible canción 'Barbie Girl', de Aqua. El ritmo ya no se detendrá más. Capaz de cambiar de vestuario en un parpadeo, su particular estilo no pasa desapercibido incluso para aquellos asistentes que desconocían que era eso del Quick Change. Así suma los siguientes aplausos.

César Díaz toma el relevo para generar los primeros nervios. Su paseo entre el público no deja lugar a la duda: está buscando a los tres primeros “voluntarios” del día. Tres anónimos se integran en la actuación por mucho que intentan mirar hacia otro lado. Nada sirve. Tienen que actuar, y actúan. Qué remedio. Con Freddie Mercury y su mítica 'Bohemian Rhapsody' de fondo hacen las delicias del respetable, sobre todo de sus allegados, quienes son los que mejor rato pasan.

Los patinadores acrobáticos de Skating Flash entran para llenar el miniescenario diseñado para la ocasión con acrobacias sobre ruedas desafiando la ley de la gravedad. “Es increíble”, resuena de fondo entre el público. El punto álgido de su actuación incluye una acrobacia con múltiples tirabuzones en el aire y un momento, con ambos cogidos por el cuello, que sobrecoge al más intrépido.

Las cintas aéreas de Vic Bubnova recargan instantes después la emoción de grandes y pequeños. A varios metros de altura, y con música penetrante para cargar aún más el ambiente, sus giros imposibles dejan al aforo de Valdespartera con la boca abierta.

Los malabares con sombreros de Sage Macaggi crean experiencias fundamentadas en la tradición del circo de toda la vida con las tenencias más modernas y actuales a golpe de sombrero. Hasta seis bombines rojos que se pasean por los aires se van sumando al 'show' ante el delirio de todos.

Los corazones, a prueba

Otro de los puntos fuertes de la función está a punto de llegar. El dúo Deadly Games, maestros del lanzamiento de cuchillos y finalistas de America’s Got Talent, ponen a prueba los corazones. El pulso de hierro del lanzador queda de manifiesto en varios momentos. La fe ciega de su pareja no tiene dudas, incluso se atreve con un envío con los ojos tapados. Aún hay más: en un momento dado pide un teléfono móvil al público para elevar la tensión. Ballesta en mano, pero de espaldas y grabando el momento, dispara una flecha a un globo a escasos milímetros de la boca de su compañera. Diana y explosión de júbilo en las gradas.

Tras el parón, que sirve además para que los corazones recuperen su ritmo normal, Isabela y Ernesto, en su vertiginoso cuadrante ruso, se elevan a las alturas para formar un columpio humano que mezcla dosis de equilibrio y volteretas que tienen su culmen en otro ejercicio con los ojos vendados. No va más.

La tensión del momento la vuelve a romper el humor de César Díaz, quien de nuevo compromete a los asistentes. Los más pequeños le chocan la mano, pero todo lo contrario hacen unos mayores que miran hacia otro lado y esconden la cabeza. Al improvisado actor de turno le toca está vez desafiar al cómico al más puro estilo 'western' con Ennio Morricone y el compás de 'El bueno, el feo y el malo'. El duelo, como no, lo gana el humor.

Los malabares, claves en cualquier circo.

Los malabares, claves en cualquier circo. / Jaime Galindo

En la recta final, Secret of My Soul, con su aro aéreo, alcanzan los cinco metros de altura hipnotizando a la audiencia a base de giros y más giros. El momento álgido llega cuando el miembro masculino de la pareja sostiene a su compañera sosteniendo su peso con un arnés agarrado exclusivamente por la boca y vuelven a dar vueltas ante la incredulidad manifiesta de todos.

Ahora sí. César Díaz regresa a la escena para su número principal. Es de los preferidos del público y se nota. Trabaja el humor con una elegancia exquisita y pone a bailar a la grada “a su manera”, con 'My Way', de Frank Sinatra, sonando tan exquisita como torpes son unos movimientos que desatan el delirio. El cómico se llevó la gran ovación de la tarde.

El último dúo que entra en acción lo protagonizan mano a mano Nikolai ShCherbak y Anatoly Boiko. Su serie de equilibrios artísticos cantando bajo una lluvia imaginaria representa una combinación perfecta de equilibrio, fuerza y compenetración, mezclada, eso sí, con precisas gotas de humor.

Hora de votar

Hasta aquí llega la función. Ahora el público tiene la palabra porque puede votar a su número preferido, ese que más le haya llegado al alma. La llave se encuentra en un código QR que hay que buscar en las cajas de las palomitas. El más popular recibirá el Premio Especial de la Ciudad de Zaragoza. El galardón mayor, el Payaso Baturro de Oro (también habrá plata y bronce), lo entregará un jurado técnico, formado por reconocidos productores y directores del sector, que puntuará las actuaciones de los días 18 y 19 de octubre.

Entre luces, música y emoción, el festival se ha consolidado como una de las grandes citas del Pilar. Un espacio donde los niños sueñan despiertos, los adultos se contagian de la ilusión y Zaragoza demuestra, una vez más, que el circo es alegría en estado puro. Acudir a la pista es un clásico, un acierto seguro. No lo duden: pasen y vean.

Tracking Pixel Contents