De los actos centrales a los grandes recintos, las Fiestas del Pilar de Zaragoza han ido transformándose a lo largo del siglo XX sin perder su carácter popular. Tradiciones como el pregón, los cabezudos o las ferias siguen vivas, aunque renovadas con el paso del tiempo, mientras que la música y la gastronomía se han convertido en grandes protagonistas de los festejos, con espacios creados específicamente para acoger estas actividades.
Comparsa de gigantes y cabezudos en la Lonja en 1901.
GRAN ARCHIVO ZARAGOZA ANTIGUA
De los actos centrales a los grandes recintos, las Fiestas del Pilar de Zaragoza han ido transformándose a lo largo del siglo XX sin perder su carácter popular. Tradiciones como el pregón, los cabezudos o las ferias siguen vivas, aunque renovadas con el paso del tiempo, mientras que la música y la gastronomía se han convertido en grandes protagonistas de los festejos, con espacios creados específicamente para acoger estas actividades.
La comparsa de Gigantes y Cabezudos con el coloso Gargantúa en la actual plaza España en 1907.
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De los actos centrales a los grandes recintos, las Fiestas del Pilar de Zaragoza han ido transformándose a lo largo del siglo XX sin perder su carácter popular. Tradiciones como el pregón, los cabezudos o las ferias siguen vivas, aunque renovadas con el paso del tiempo, mientras que la música y la gastronomía se han convertido en grandes protagonistas de los festejos, con espacios creados específicamente para acoger estas actividades.
Recinto ferial en la plaza de Castelar, con la iglesia de Santa Engracia al fondo, en 1920.
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De los actos centrales a los grandes recintos, las Fiestas del Pilar de Zaragoza han ido transformándose a lo largo del siglo XX sin perder su carácter popular. Tradiciones como el pregón, los cabezudos o las ferias siguen vivas, aunque renovadas con el paso del tiempo, mientras que la música y la gastronomía se han convertido en grandes protagonistas de los festejos, con espacios creados específicamente para acoger estas actividades.
la plaza de Castelar cuando en ella se ubicaban las ferias y atracciones durante las fiestas para divertimento de los más pequeños en 1923.
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De los actos centrales a los grandes recintos, las Fiestas del Pilar de Zaragoza han ido transformándose a lo largo del siglo XX sin perder su carácter popular. Tradiciones como el pregón, los cabezudos o las ferias siguen vivas, aunque renovadas con el paso del tiempo, mientras que la música y la gastronomía se han convertido en grandes protagonistas de los festejos, con espacios creados específicamente para acoger estas actividades.
La comparsa de gigantes y cabezudos de Zaragoza en la plaza de la Constitución, actual plaza de España en 1925.
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De los actos centrales a los grandes recintos, las Fiestas del Pilar de Zaragoza han ido transformándose a lo largo del siglo XX sin perder su carácter popular. Tradiciones como el pregón, los cabezudos o las ferias siguen vivas, aunque renovadas con el paso del tiempo, mientras que la música y la gastronomía se han convertido en grandes protagonistas de los festejos, con espacios creados específicamente para acoger estas actividades.
Celebración del Día de la Raza y de la fiesta de la Virgen del Pilar, con militantes de la Falange española, en 1936.
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Vista de la calle de San Andrés, con la de San Jorge al fondo, al paso de la comparsa de Gigantes y Cabezudos en 1947.
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El punto donde la calle de Alfonso I desemboca en la plaza del Pilar durante las fiestas de 1953.
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Ernest Hemingway y Mary Welsh tras la barrera del Coso de la Misericordia, en 1956.
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Transcurso del gran pregón de fiestas celebrado la mañana del 7 de octubre de 1962.
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De los actos centrales a los grandes recintos, las Fiestas del Pilar de Zaragoza han ido transformándose a lo largo del siglo XX sin perder su carácter popular. Tradiciones como el pregón, los cabezudos o las ferias siguen vivas, aunque renovadas con el paso del tiempo, mientras que la música y la gastronomía se han convertido en grandes protagonistas de los festejos, con espacios creados específicamente para acoger estas actividades.
Feria de Muestras, a cuya vera fue instalado un Arco de triunfo conmemorativo del Da de la Hispanidad, en 1962.
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Encabalgada lectura del pregón de las fiestas del Pilar de Zaragoza, a cargo de su pregonero mayor, Ignacio Moreno Bregante, en 1967.
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Plaza del Pilar engalanada y con desfile de cabezudos de la comparsa de Gigantes y Cabezudos en 1967.
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Primer desfile del grupo de majorettes de Zaragoza, durante el pregón de las fiestas del Pilar, el 11 de octubre de 1969.
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Andador central del paseo de Mola ocupado por Cabezudos y marabunta infantil bajando hacia el centro urbano 1969.
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Desde la avenida del Tenor Fleta, vista espacio donde se montaban las ferias de las Fiestas del Pilar durante los primeros años 70.
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Ofrenda de frutos en 1972.
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De los actos centrales a los grandes recintos, las Fiestas del Pilar de Zaragoza han ido transformándose a lo largo del siglo XX sin perder su carácter popular. Tradiciones como el pregón, los cabezudos o las ferias siguen vivas, aunque renovadas con el paso del tiempo, mientras que la música y la gastronomía se han convertido en grandes protagonistas de los festejos, con espacios creados específicamente para acoger estas actividades.
El aparcamiento en superficie de la plaza del Pilar, con el escenario de la ofrenda de flores al fondo, durante las Fiestas del Pilar en 1976.
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Concierto del grupo musical Dire Straits en el campo de fútbol de La Romareda de Zaragoza, el 9 de octubre de 1992.
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De los actos centrales a los grandes recintos, las Fiestas del Pilar de Zaragoza han ido transformándose a lo largo del siglo XX sin perder su carácter popular. Tradiciones como el pregón, los cabezudos o las ferias siguen vivas, aunque renovadas con el paso del tiempo, mientras que la música y la gastronomía se han convertido en grandes protagonistas de los festejos, con espacios creados específicamente para acoger estas actividades.