La industria reivindica su papel esencial en la descarbonización

El sector hace años que entendió que la sostenibilidad es necesaria para las empresas tanto desde el punto de vista medioambiental como económico

Blanca Soláns, José Vicente Hernández, Sheila García y Fernando Goñi durante el coloquio en la Cámara de Comercio

Blanca Soláns, José Vicente Hernández, Sheila García y Fernando Goñi durante el coloquio en la Cámara de Comercio / ANDREEA VORNICU

Rebeca Magallón

La segunda jornada del Foro Zaragoza 2030, centrada en el sector industrial, tuvo como protagonistas a representantes institucionales y también empresariales y técnicos que aportaron diferentes puntos de vista en cuanto a los retos y oportunidades a los que se enfrenta la industria para alcanzar la descarbonización. La mesa de debate estuvo compuesta por importantes industrias ubicadas en la ciudad de Zaragoza como son IQE, a través de su director de calidad/MA/SSL, Fernando Goñi; José Vicente Hernández Lázaro, responsable de línea de producto de Tranvías CAF; y Sheila García Lanaspa, socia y directora de Administración de Dilavisheire Reciclado de Plásticos; además, Blanca Soláns aportó un punto de vista institucional como directora general de Fondos Europeos del Ayuntamiento de Zaragoza.

Los protagonistas

Doble sostenibilidad

Los participantes en el debate comenzaron comentando los retos a los que se enfrentan las industrias en materia de sostenibilidad. José Vicente Hernández mencionó que desde CAF se desarrollan iniciativas pensando en una «doble sostenibilidad, medioambiental y económica», y aseguró que «no se pueden crear productos verdes si no tienes un mercado que te los compre, al igual que no puedes lanzar al mercado productos económicamente rentables si no cumplen los estándares de sostenibilidad».

Además, Hernández añadió que «se está notando cierto cambio de percepción por parte de los ciudadanos, y actualmente las personas están más concienciadas con la sostenibilidad y ya llevan a cabo actividades que la impulsan». Este cambio es «innegable en las nuevas generaciones, es una realidad que tienen muy asumida», afirmó.

Por otro lado, Fernando Goñi, director de calidad/MA/SSL de Industrias Químicas del Ebro (IQE) explicó que «la circularidad y la sostenibilidad son dos retos del presente que la industria química asume como propios». Amplió que el sector químico «siempre se ha caracterizado por su gran potencial de innovación, ofreciendo soluciones sostenibles, tanto para consumidores como para empresas», como los sistemas de almacenamiento de energía mediante baterías. Desde IQE, desarrolló, «hemos sido pioneros también en economía circular, proporcionando soluciones para la captura y aprovechamiento de CO2, por ejemplo». Además, añadió, «la sostenibilidad y la economía circular llega a la industria con la digitalización como eje vertebrador, lo que permite que todas las iniciativas se puedan desarrollar con la mayor optimización de los recursos». Y resumió su primera intervención asegurando que «si queremos conseguir una transición sostenible en un mundo con recursos limitados y cuya población crece de manera exponencial, debemos contar con las soluciones que nos aporta la industria química».

Sheila García, socia y directora de Administración de Dilavisheire Reciclado de Plásticos, destacó la necesidad de «cambiar los modelos de negocio tradicionales para buscar la sostenibilidad». No solo desde las empresas, sino que «desde las propias administraciones se deben impulsar normas o leyes que faciliten la transición ecológica, como el próximo impuesto sobre envases, que grava aquellos envases no reutilizables elaborados con plástico virgen», expuso. De esta forma, explicó que «las empresas van a replantearse su producción para incluir plásticos reciclados o simplemente reducir la cantidad utilizada».

Sheila García señaló que en los últimos años «se está notando cierto cambio en las empresas, porque son muchas más las que acuden a nosotros para dar salida a sus residuos», eso también puede deberse, justificó, «a las tasas de vertedero: en 2019 costaba 25 euros verter una tonelada de residuos y ahora el precio ronda los 75 euros».

La responsable de Dilavisheire también apuntó una de las grandes problemáticas a las que se enfrentan: «la falta de mano de obra cualificada en el sector del reciclaje», y explicó que convendría fomentar los cursos formativos «para que los trabajadores dispongan ya de una base con la que empezar a trabajar».

En cuanto a la financiación europea para desarrollar proyectos que conviertan a Zaragoza en una ciudad climáticamente neutra, Blanca Soláns, directora general de Fondos Europeos del Ayuntamiento de Zaragoza, explicó que «en Europa califican a Aragón como una región desarrollada e innovadora». Este calificativo es importante porque, amplió, «recientemente la innovación se ha consolidado como marcador de referencia para la financiación».

Las ciudades que ahora quieran optar a los fondos europeos tienen que apostar por aspectos no atendidos anteriormente como el talento, la calidad de vida, el conocimiento o las oportunidades de trabajo. Por ello, desarrolló, «el rol más importante del ayuntamiento en este caso es el de facilitador de oportunidades para que las empresas e industrias puedan desarrollar sus iniciativas que hagan de la ciudad el espacio ideal para vivir».

La consejera Natalia Chueca junto al periodista Jorge Heras

La consejera Natalia Chueca junto al periodista Jorge Heras / ANDREEA VORNICU

Plan de ruta

El moderador del foro, Jorge Heras, sacó a relucir la realidad industrial actual en la que «la sostenibilidad no solo es una cuestión medioambiental sino que ya se enfoca a la competitividad empresarial». En ese sentido, José Vicente Hernández comentó que desde CAF se está afrontando la sostenibilidad desde tres líneas de actuación. Por una parte se han centrado en el ciclo vital completo de los productos. «No se consigue nada descarbonizando nuestra planta en Zaragoza si las materias primas las obtenemos de una instalación que no se preocupa por las emisiones, porque, a fin de cuentas, sacamos al mercado un producto que sí es contaminante», explicó. Por otro lado, comentó la sostenibilidad en el día a día de la empresa con iniciativas como, «fomentar las actitudes sostenibles entre la plantilla o reducir los consumos eléctricos dentro de las instalaciones con la implantación de sistemas de domótica o contadores para analizar cuáles son los puntos en los que se más consume y buscar soluciones».

'Fondos Next Generation'

  • Zaragoza cuenta con 32 proyectos ya reconocidos, que ascienden a 140 millones de euros
  • El ayuntamiento dispone de 90 millones de euros para la recuperación postcovid

La última línea de actuación se centra en la optimización del uso de la energía en el producto mismo, en este caso el ferrocarril y el autobús. Una medida aplicada fue el reciclaje de las baterías de almacenamiento de energía gracias a la implantación de «sistemas de monitorización y optimización de la vida de la misma».

Por su lado, desde IQE, Fernando Goñi comentó que la descarbonización «no es algo nuevo». «El químico es un sector altamente contaminante, por lo que llevamos mucho tiempo trabajando en ello». Entre las medidas aplicadas destacó el empleo de la energía solar, pero el gran salto se produjo el año pasado con un proyecto estratégico para elaborar un plan que abordara íntegramente la descarbonización. «Comenzamos a trabajar con empresas referentes en la gestión de la eficiencia y trazamos una hoja de ruta a seguir para definir acciones a corto y medio plazo para evolucionar en nuestros procesos y sustituir los combustibles fósiles por otras alternativas más limpias».

Por su parte, al tratarse de una empresa de reciclado de plástico, Dilavisheire «ya está contribuyendo a la descarbonización porque el empleo de materiales reciclados reduce notablemente las emisiones», explicó Sheila García. Cuantificó que, en el caso del plástico, «producir un kilo de plástico virgen genera tres kilos y medio de emisiones, mientras que el reciclado solo kilo y medio». Adelantó que el próximo proyecto en el que trabajan es la instalación de placas solares, medida que proporcionará «hasta un 70% de autoconsumo, revertiendo beneficios no solo medioambientales, sino económicos, también».

Elena Monge, de Pagola, Jesús Arnau y Miguel Marzo de CEOE

Elena Monge, de Pagola, Jesús Arnau y Miguel Marzo de CEOE / ANDREEA VORNICU

Financiación

Para el desarrollo de estos proyecto es necesaria una financiación que en muchas ocasiones procede de los fondos europeos. Blanca Soláns detalló que Zaragoza cuenta con 32 proyectos ya reconocidos para los Fondos Next Generation, lo que supone una suma de 140 millones de euros. De esta cantidad, «77 millones ya están reconocidos, dedicándose el 55% de ellos al sector de la movilidad y el 35% al sector de la rehabilitación, destinándose el 10% restante a la economía, no solo entendida como comercio sino la generada en pueblos turísticos o innovación».

Esta variedad de ámbitos a los que se dedican los fondos se debe a que «forman parte de un plan concebido para la recuperación postcovid para recobrar la riqueza perdida en la crisis», destacó Solans. Además, añadió que «al ayuntamiento dispone de una cartera de 90 millones de euros para proyectos entre los que se encuentran el paquete adicional para las bajas emisiones o la digitalización».

La directora general de Fondos Europeos del Ayuntamiento de Zaragoza aseguró que «se ha hecho un esfuerzo increíble para captar la máxima cantidad de fondos» y animó a las empresas a colaborar conjuntamente con la administración para hacer de Zaragoza una ciudad climáticamente neutra.