Los calcetines que fomentan la economía en las zonas rurales tienen premio

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Los calcetines que fomentan la economía en las zonas rurales tienen premio

Daniela Pina

En la última edición de los Premios Pyme del Año, otorgados por Banco Santander y la Cámara de Comercio, la empresa familiar dedicada al textil y ubicada en la localidad de Pradoluengo ha sido reconocida por su labor histórica y su apuesta por la sostenibilidad y la innovación.

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ituado en la provincia de Burgos, Pradoluengo es conocido en España como el pueblo de los calcetines. A finales del siglo XIX la industria textil, centrada en la fabricación de boinas y calcetines, se convirtió en el buque insignia de la economía local de la localidad. Desde entonces, empresas familiares como la de Calcetines Mingo han perpetuado este oficio convirtiéndolo en una tradición local. Tradición a la que la familia Mingo ha ido sumando la innovación a lo largo de los años, apostando por la sostenibilidad a través de la fabricación de calcetines a partir de hilo que proviene de plásticos reciclados del mar. Una apuesta en la que se han fijado Banco Santander y la Cámara de Comercio para elegirla como Pyme del Año de la provincia de Burgos en la última edición de estos galardones que reconocen el trabajo de las pequeñas y medianas empresas


“No recuerdo mi vida si no es jugando entre sacos de calcetines en la antigua fábrica de mi padre”, cuenta el gerente de Calcetines Mingo, José Manuel Mingo. Y es que fue su bisabuelo, Avelino de Miguel elque fundó la empresa en 1914, que después pasaría a manos de su abuelo y de su padre, hasta que en 1999, José Manuel cogió las riendas del negocio para convertirse en la cuarta generación de la familia dedicada a la empresa. Fue en ese momento cuando “nos dimos cuenta de que teníamos que cambiar todo por completo, que teníamos que especializarnos en un producto de alta calidad, especializado, personalizado, que a los grandes fabricantes asiáticos no les interesara fabricar”, reconoce. Desde entonces, la innovación y el desarrollo se convirtieron en el faro que guía la actividad de Calcetines Mingo.

Los calcetines que fomentan la economía en las zonas rurales tienen premioLos calcetines que fomentan la economía en las zonas rurales tienen premio. Foto: Sergio González.

Tradición textil

Su cercanía al río Oropesa que garantizaba la energía necesaria para el funcionamiento de las herramientas empleadas en la fabricación de calcetines, o el fácil acceso a materias primas como la lana merina permitieron que la industria textil llegase a Padroluengo a finales del siglo XIX para quedarse y convertir a la localidad burgalesa en una referencia en la fabricación de esta prenda. Tanto que en sus inicios, el pueblo entero era una gran fábrica en la que los vecinos se ocupaban de cada una de las fases de fabricación de un calcetín en garajes y bajos de casas.

Con el tiempo, y circunstancias como la entrada de competidores extranjeros o la crisis de la industria textil, la situación ha cambiado y ya las cosas no son como antes. Sin embargo, a pesar de contar con poco menos de 1.200 habitantes, el 25% del consumo nacional de calcetines se produce en Pradoluengo, es decir, uno de cada cuatro calcetines, se fabrican allí.

Tradición textilCalcetines Mingo mantienen una tradición textil basada en la calidad del producto final. Foto: Sergio González.

Una cifra a la que contribuye cada año Calcetines Mingo, con una producción de una media anual de un millón de pares de calcetines, de los que se destinan alrededor de 400.000 pares a la exportación. De ello se encargan sus 25 trabajadores, de los que un 90% reside en el pueblo, garantizando de esta manera el empleo y la economía rural, porque como reivindica Ángel Martín, exempleado de Calcetines Mingo, “es necesario crear empresas en las zonas rurales para que puedan continuar con vida”. Vidas como la de Amaya Pereda, una de las trabajadoras más jóvenes de la plantilla de Mingo quien reconoce que “siempre he querido vivir aquí y para eso se necesitan empresas como Calcetines Mingo, que nos den la oportunidad de tener un futuro y una vida en el pueblo”.

Precisamente esta apuesta por lo local ha sido otro de los puntos más a tener en cuenta por Banco Santander y la Cámara de Comercio para otorgarle el reconocimiento de Pyme del Año de la provincia de Burgos. Porque la entidad apoya desde años a las pequeñas y medianas empresas como sustento de nuestro economía. Ayuda en su día a día a 4 millones de pymes con programas específicos de financiación y asesoramiento, elfomento de la digitalización o el impulso a la internacionalización

Apuesta por la sostenibilidadApuesta por la sostenibilidad. Foto: Sergio González.

Apuesta por la sostenibilidad

Eso y su empeño en ser lo más sostenibles posibles. Porque desde hace años, Calcetines Mingo ha hecho una apuesta por la sostenibilidad. Prueba de ello es su Colección FreeWaves by FunStep, una gama de calcetines fabricados a partir de un hilo de poliéster que se consigue gracias a los materiales reciclados de los mares Cantábrico y Mediterráneo. De este modo, cada par de calcetines de esta colección equivale a una bolsa de plástico procedente del mar. Esta iniciativa es un claro ejemplo del compromiso de la empresa familiar por la innovación y la sostenibilidad. Un sello propio con el que demostrar que desde la España rural se puede competir en igualdad de condiciones con aquellas empresas situadas en grandes núcleos de población.

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