Clara Arpa

Consejera Delegada de ARPA

"Nuestro Ejército está hecho para la paz, no para la guerra"

POR ARMANDO HUERTA

Fundada en 1968, Arpa Equipos Móviles de Campaña es hoy una de las cinco mayores compañías de su sector en el mundo. Segunda generación de la empresa familiar, Clara Arpa lidera una compañía que lleva soluciones logísticas innovadoras a más de 45 países. Sin pelos en la lengua, habla de los retos de Arpa, de su labor en la pandemia, del papel de los ejércitos y del desarrollo sostenible, asunto que como emprendedora social le ocupa y preocupa enormemente.

Clara Arpa se muestra partidaria de la unidad europea en estrategia de Defensa para afrontar amenazas como el terrorismo o la ciberseguridad
ARMANDO HUERTA. La Muela (Zaragoza) – Arpa diseña y fabrica equipos logísticos de campaña...

– La logística de campaña es aquella que facilita a las tropas desplazarse a los escenarios de operaciones proporcionando todo lo que necesitan para su supervivencia: la alimentación, el alojamiento, el aseo, los servicios médicos, etc.

– Equipos útiles también en contextos de emergencia. Arpa ayudó en lo más duro de la pandemia.

– Había una emergencia y ayudamos con las mascarillas. Preparamos aquí una línea de producción y fabricamos en marzo y abril de 2020 casi 50.000 mascarillas gratuitas, cosidas con la tela de las sábanas del Hospital Miguel Servet de Zaragoza. Así intentamos paliar una situación de emergencia brutal.

– ¿Les llamaron para hacerlo?

– Nos llamaron el Ejército de Tierra, el Servicio Aragonés de Salud y Unicef para ver si podíamos traer mascarillas de Asia. Decidimos solicitar una subvención del Ministerio de Industria, que nos dieron, y empezamos a fabricarlas en Arpa.

"Trabajamos con Defensa, Sanidad e Interior, y con organismos como ONU, Acnur o Cruz Roja"

– Y actualmente fabrican mascarillas. Son proveedores...

– Pues, no. Resulta que, después de concedernos medio millón de euros para crear la línea y poder producir casi 3.000 mascarillas FFP2 al día, la Administración no nos compra a nosotros porque sigue trayendo las mascarillas de Asia.

– ¿Cómo?

– Tal cual. Ni gobierno central y ni autonómico nos las compran. Tenemos la línea y está parada. Podríamos producir mascarillas, sí, pero nuestros gobiernos las compran en Asia.

– Pero, ¿por qué?

- Dicen que somos caros. Van a precio, y el precio lo tienen como un gasto, no como una inversión. Las materias primas tienen un precio y da igual dónde las compres. En lo que hay diferencias realmente es en la mano de obra y en la forma de hacer las cosas.

– ¿Derechos laborales?

– Ahí voy yo. Hay que cumplir las directivas de la Unión Europea y no estamos compitiendo en igualdad de condiciones con terceros países. Nos dicen: “es que en China las mascarillas se cobran a...” Claro. Y están subvencionadas ademas por el gobierno chino.

"Naciones Unidas nos llama cuando vive momentos de emergencia"

– ¿Me está diciendo que se les concede una ayuda de medio millón de euros para tener ahora paradas las máquinas...?

– Exacto. De hecho, a finales del año pasado vino un responsable del Ministerio de Industria para dar fe de que las máquinas se habían comprado. No van a servir de nada los planes de recuperación si no acometemos una regeneración profunda de la administración pública. El Gobierno legisla, pero luego no se aplica lo que legisla.

– Hemos deslocalizado la industria más de la cuenta quizá...

– Todo. Hemos deslocalizado todo. Nuestro producto es un 56% aragonés, más de un 80% español y más de un 90% europeo. De vez en cuando nos dice algún cliente: “no quiero nada fabricado en China”. Bueno, pues nosotros somos capaces de fabricar sin material procedente de China. Y la Administración debería dar ejemplo.

Arpa, delante de uno de los contenedores que fabrican para la ONU
Fotografía: Ángel de Castro

– ¿Quiénes son los clientes de Arpa? ¿con quienes trabajan?

– Siempre hemos tenido una vocación exportadora y siempre hemos trabajado con los ministerios de Defensa, Sanidad e Interior. También son clientes potenciales de Arpa las multinacionales y organismos como Naciones Unidas, Acnur o Cruz Roja.

– ¿Qué peso tienen el mercado militar y el civil dentro del modelo de negocio?

– El mercado militar, más del 70%-80%. Al fin y al cabo, son los ejércitos los que se dedican a atender las emergencias y las catástrofes en el 99% de los casos. Nuestro ejército está hecho para la paz, no para la guerra.

– Emergencias y misiones para el mantenimiento de la paz...

– En España no tenemos un ejército al uso. No está concebido para la guerra, pero la gente lo desconoce. “No a la guerra”, “no a la guerra”, dicen. Claro que “no a la guerra”, pero debemos tener elementos disuasorios. Dile eso a Putin: “no a la guerra”.

– ¿Debe avanzar Europa hacia la unión de sus ejércitos?

– Por supuesto. Se necesita una unidad en estrategia de Defensa que no existe. Una de nuestras principales amenazas es el terrorismo. Otra, la ciberseguridad. Los europeos deberíamos tener un ejército común capaz de afrontar estas amenazas. No se trata solo de tanques y aviones.

– ¿Cree que Europa debería tener un papel más relevante en las negociaciones por el conflicto entre Rusia y Ucrania?

– Los europeos nos damos cuenta de que los conflictos se están acercando a nuestras fronteras y que tenemos vulnerabilidades en Defensa. Estamos acostumbrados a que la OTAN sea la que lleve las riendas. No hay un liderazgo. Cada país opina lo que opina, y en Defensa nos falta un criterio común. Alemania tenía desplegados 40.000 efectivos americanos en su territorio, pero ya no los tiene... ¿y cómo ha podido “jugar” hasta ahora? Comprando el gas a los rusos y, a la vez, quedando bien con los americanos. Ha sido un equilibrio, pero es que Alemania está tan mal como España en presupuesto de Defensa.

– Falta voluntad y coordinación en Europa...

– No tenemos equipos que puedan interoperar entre ellos. Te pongo un ejemplo: EEUU tiene cuatro armas diferentes; Europa tiene cien armas diferentes. Otro ejemplo: EEUU tiene cuatro helicópteros diferentes; nosotros, los europeos, 27 helicópteros distintos.

– ¿Y no hay planes para avanzar en sinergias?

– Todo apunta a que en 2035 habrá un mecanismo de cooperación para contar con consorcios europeos industriales y que no se pueda licitar en Defensa si no vas de la mano de otros dos países comunitarios. ¿Para qué? Para conseguir precisamente una mayor interoperabilidad de los equipos.

– En 2019 Defensa le concedió la Medalla al Mérito Militar y el año pasado, la cédula de embajadora de la marca Ejército, ¿qué valores representan, en su opinión, las Fuerzas Armadas?

– Yo destaco, sobre todo, el compromiso y la entrega. ¿Quién está patrullando en estos momentos en un lugar tan inhóspito como el Sahel para luchar contra la trata de personas, el terrorismo y el narcotráfico? Los ejércitos. Y es un contexto que está a dos horas en avión. A veces se nos olvida. El ejército es una fuerza de reserva ante cualquier conflicto o emergencia.

– Fuera de España, ¿dónde está Arpa trabajando ahora?

– A día de hoy mantenemos operativas más de 4.000 unidades en ejércitos y otras organizaciones en más de 45 países. Ahora mismo tenemos una implantación fuerte en Asia, en países como Filipinas o Singapur, con los hospitales de campaña. Seguimos también con Naciones Unidas en las misiones de mantenimiento de la paz. Aquí les fabricamos contenedores que la ONU utiliza en telecomunicaciones y habitabilidad. También estamos en Oriente Medio -en países como Emiratos Árabes o Arabia Saudí- y estamos también en algunos proyectos en Latinoamérica y en Europa.

– Están trabajando en un proyecto -he visto en la fábrica- para la Antártida...

– Es un proyecto precioso. Hemos diseñado y fabricado módulos con un arquitecto experto en passive house, donde van a vivir ocho investigadores. Hemos dotado a las instalaciones de energía renovable, tanto eólica como fotovoltaica, y cuando no se esté utilizando esa energía se convertirá en hidrógeno a través de un electrolizador.

– ¿Qué otros proyectos “estrella” están desarrollando?

– Tenemos, por ejemplo, también hospitales de campaña por el covid en Guatemala. Hemos hecho el proyecto más grande del mundo de sanidad militar: siete hospitales sobre camiones para los servicios médicos de Arabia Saudí. Hemos fabricado un contenedor de 40 pies donde se cultivan 1.500 kilos de endivias ecológicas a la semana en una granja a 68 kilómetros de Ginebra. Y en Sri Lanka estamos vendiendo ahora unas potabilizadoras. Hace años tuvimos un proyecto “estrella” con el Cuerpo de Marines de los EEUU, a los que dotamos de sistemas de alimentación para todas sus bases.

– En 2013 estrecharon su relación con la ONU...

– Sí. Nosotros ya estábamos trabajando con las misiones de paz a través de distintos ejércitos pero, efe ctivamente, en 2013 nos convertimos en proveedor directo de ONU.

– ¿Cuándo recurren a ustedes?

– Nos llaman siempre cuando viven momentos de emergencia. Mi teléfono personal puede sonar perfectamente un sábado por la tarde. Recurren a nosotros cuando tienen una crisis y deciden intervenir en misión de paz en lugares como Mali, Somalia o República Centroafricana.

– Hablemos de desarrollo sostenible. Es la presidenta de la Red Española del Pacto Mundial de Naciones Unidas. Le preocupa mucho el medio ambiente...

– Mucho. En 1950 éramos 2.600 millones de habitantes en el mundo. En 70 años hemos triplicado la población y somos unos 8.000 millones. Este desarrollo lo hemos logrado a través de la revolución industrial, y esto nos ha llevado a una forma de vida inimaginable hace 200 años, pero con daños colaterales importantes. Debemos gestionarnos de forma distinta porque, si no, no vamos a tener recursos que dejarles a las generaciones venideras. Está fallando la sociedad del bienestar. Nos hemos vuelto todos muy cómodos y estamos poco dispuestos a sacrificar nada.

– Es también fundadora y presidenta del Centro de Innovación para el Desarrollo Sostenible, ¿qué promueven desde esta institución?

– Divulgar y encontrar soluciones básicas a problemas básicos que están sin solucionar. Nos gusta empujar a los jóvenes que tienen ideas sobre gestión del agua, gestión y eliminación de los residuos, habitabilidad, etc.

"Queremos potenciar el hidrógeno verde, generarlo, distribuirlo y dispensarlo"

– Para favorecer este impulso han creado también Arpa Change...

– En 2017 hicimos un programa para reducir las emisiones de CO2 y eso pasaba, en primer lugar, por reducir el consumo. Conseguimos bajar la factura de la luz un 38%. Hemos puesto 100 kilovatios de placas fotovoltaicas en el techo y hemos creado nuestro propio módulo de hidrógeno verde para consumir.

– Es la energía del futuro...

– Yo creo que sí. Para nosotros que tenemos en España sol, aire y costa, sí.

– Eso sí, requiere fuertes inversiones...

– ¿Y qué no? ¿acaso no es mucho más caro perforar un pozo, extraer petróleo, llevarlo a una refinería, refinarlo y distribuirlo?

– Están volcados en el hidrógeno verde. Arpa ha creado con Grupo Zoilo Ríos una empresa, SHiE, con la que impulsar esta energía.

– Queremos potenciar el hidrógeno verde, empujarlo y popularizarlo. Queremos generarlo, almacenarlo, distribuirlo y dispensarlo.

– Y trabajan también en el tratamiento de aguas residuales...

– ¿Tu sabes las multas que pagamos a Europa porque no tenemos depuradoras en la mayoría de los pueblos de España? Hemos diseñado sistemas nuevos de depuración de aguas para municipios pequeños. Hemos conseguido desarrollar pequeñas depuradoras que depuran un 80% más y cuestan casi un 20% menos. Nosotros tenemos un campamento con 4.000 personas en cualquier lugar del mundo y tenemos que depurar las aguas. Bueno, pues toda esa tecnología que hemos llevado a lugares remotos la hemos traído ahora al territorio, a los pueblos pequeños

EN CLAVE PERSONAL

Ha corrido tres maratones

Clara Arpa no para. Su agenda es intensa. Durante la entrevista, el teléfono suena varias veces. Además de consejera delegada de Arpa, es presidenta del Pacto Mundial de ONU en España, presidenta del Centro de Innovación para el Desarrollo Sostenible, miembro del Comité Ejecutivo de CEOE y vicepresidenta de la Federación de Empresarios del Metal de Zaragoza, entre otras responsabilidades.

Casada y con tres hijos, Clara reconoce que ha tenido mucha suerte en la vida porque tiene un marido, con el que sigue “felizmente casada después de 37 años”, que ha comprendido su constante trajín y sus numerosos viajes, y le ha puesto las cosas fáciles.

Ella es, en su tiempo libre, muy deportista. Le encanta correr; ha corrido tres maratones. También le apasiona esquiar y montar en bicicleta de montaña. Confiesa que la pandemia le ha roto el ritmo -“llevo tres años un poco vaga”-, pero espera recuperar pronto el nivel que tenía en 2019.

Le encanta el deporte y estar en familia.

En cifras:
  • 54 AÑOS DE HISTORIA
  • 100% CAPITAL ESPAÑOL
  • +70 PAÍSES
  • +540 PROYECTOS EJECUTADOS EN EMERGENCIAS DE IMPACTO SOCIAL
  • 100% ENERGÍA RENOVABLE
  • 67 EMPLEADOS

Datos: 2021

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