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Innovación y sostenibilidad, claves de la transformación de una industria tradicional

La transformación tecnológica en la industria del tabaco ha permitido el desarrollo de las alternativas sin combustión y, por ende, libres de humo y que tienen el potencial de reducir el daño asociado al tabaquismo.



La transformación tecnológica en la industria del tabaco ha permitido el desarrollo de las alternativas sin combustión y, por ende, libres de humo y que tienen el potencial de reducir el daño asociado al tabaquismo.

Sin embargo, la ciencia no es la única que juega un papel clave en toda esta transformación. Es primordial contar con unas líneas de actuación centradas en la sostenibilidad que permitan asegurar la viabilidad del negocio en el largo plazo.

¿Qué se está haciendo?

Philip Morris lleva trabajando activamente más de una década para acelerar del cambio hacia un futuro sin humo y dejar atrás los cigarrillos. Para ser concretos, el objetivo de la compañía tabaquera es que para 2025 las alternativas sin humo representen el 50% de sus ingresos totales. Para lograrlo, se está posicionando en la primera línea de la tecnología, la ciencia y la innovación centrada en el consumidor, y ha diseñado un plan de transformación en materia de sostenibilidad social, medioambiental y de gobernanza. Además, para avanzar, ha fijado la sostenibilidad como pilar de su estrategia corporativa y eje de toda su gestión, estableciendo unas exigentes metas, que van desde la comercialización responsable y acciones de prevención de acceso de los menores a sus productos, hasta la gestión de residuos de éstos una vez han sido consumidos y la medición del impacto ambiental.

En palabras de su Directora de Sostenibilidad, Jennifer Motles: “Abordar el impacto de nuestros productos sigue siendo el núcleo de nuestra estrategia. Por supuesto, partimos del impacto en la salud de los mismos. Más allá de eso, hemos establecido una clara distinción entre los impactos ambientales y sociales que se derivan de nuestros productos (lo que producimos) y los impactos que se derivan de nuestras operaciones comerciales (cómo producimos). Además, hemos convertido la gobernanza corporativa en un componente integral de nuestra estrategia, reconociendo su importancia para integrar la sostenibilidad en la estrategia corporativa.”



La transformación tecnológica en la industria del tabaco ha permitido el desarrollo de las alternativas sin combustión y, por ende, libres de humo y que tienen el potencial de reducir el daño asociado al tabaquismo.

Una nueva estrategia de sostenibilidad

La mayor y más importante externalidad negativa que la estrategia de PMI pretende abordar es el impacto en la salud del consumo de cigarrillos. Esta es la contribución más importante que, según la compañía, pueden hacer a la salud pública, y es la piedra angular de su propósito y estrategia empresarial.

En declaraciones de la compañía: “Un futuro sin humo es alcanzable, y los beneficios que puede aportar a las personas que de otro modo seguirían fumando, y por tanto a la salud pública en general, son enormes. Sin embargo, no se puede conseguir solo. Junto con los gobiernos y la sociedad civil, podemos maximizar esta oportunidad.”



La transformación tecnológica en la industria del tabaco ha permitido el desarrollo de las alternativas sin combustión y, por ende, libres de humo y que tienen el potencial de reducir el daño asociado al tabaquismo.

Abordar este problema crítico requiere un enfoque en tres partes:

  • Desarrollar mejores alternativas al cigarrillo para los fumadores adultos que, de otro modo, seguirían fumando. A través de la investigación, el desarrollo y comercialización de nuevos productos con nicotina científicamente probados que sean menos perjudiciales que los cigarrillos.
  • Acelerar el descenso del hábito de fumar cigarrillos, proporcionando un amplio acceso a los fumadores adultos, que de otro modo no dejarían de fumar, para garantizar que estos productos aceleren el descenso de la prevalencia de consumir cigarrillos.
  • Hacer que los cigarrillos queden obsoletos, gracias a un trabajo llevado a cabo con determinación para garantizar que estos productos sin humo acaben sustituyendo a los cigarrillos, impulsando su desaparición.

Pero también, se hace imprescindible para conseguir esto, que los fumadores adultos tengan acceso a toda la información y la evidencia científica disponible hoy en día sobre estas alternativas libres de humo para que puedan tomar decisiones de manera informada y contrastada sobre cuestiones que afectan directamente a su salud. El objetivo: dejar atrás los productos del siglo XX y, para aquellos que no van a dejar el hábito de fumar, apostar por alternativas del siglo XXI, de manera sostenible.