Educación financiera por franjas de edad para niños y jóvenes

Educación financiera por franjas de edad para niños y jóvenes

En el proceso de educación de nuestros hijos es clave introducir la formación financiera, desde que son más pequeños hasta que van convirtiéndose en más adultos (probablemente es un proceso que nos acompaña durante toda la vida), una continua evolución, donde la formación va creciendo al mismo tiempo que crecen nuestros hijos.

por Fran Garrido

Se antoja fundamental mostrar a nuestros más pequeños que ganar dinero es posible gracias a trabajo y esfuerzo, deben aprender a valorarlo y, sobre todo, a consumir de forma responsable.

En esta línea de incentivar la adquisición de habilidades y competencias financieras desde una edad temprana, se encuentra el Plan de Educación Financiera, una iniciativa promovida por el Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que el primer lunes de octubre de cada año celebran el Día de la Educación Financiera con actividades y recursos en los que participan entidades colaboradoras del Plan como es la Fundación MAPFRE.

En este camino hacia una formación financiera adecuada, debemos adaptarnos en función de la edad, y por qué no, hacerlo lo más divertido y entretenido posible.

De los 7 a los 11 años:

Según un estudio de la Universidad de Cambridge, los hábitos financieros deben comenzarse a partir de los 7 años, una edad en la que comienzan a ser conscientes de un mundo nuevo, en el que se dan cuenta de que el dinero tiene un valor determinado, pueden realizar funciones algo más complejas o planificar tareas.

Es una edad clave en la que debemos inculcarles el ser agradecidos, pequeños detalles que no hay que dejar pasar, las cosas no vienen solas, hay que mostrar agradecimiento y de este modo, dar valor a los detalles que se reciben.

Por otro lado, en estas edades son muy habituales las rabietas, en ocasiones caprichos que tienen nuestros hijos y que, a base de repetición, intentan que acabemos “cayendo” y comprando. En este caso también debemos poner el foco y educarlo: debemos inculcar que lo inmediato no es posible y que para que sucedan ciertas cosas hay primero que merecerlas. Deja siempre claro de dónde viene el dinero. Desde estas edades ya deben comprender que los adultos trabajan y reciben una compensación económica a cambio.

De 11 a los 15 años:

Entramos en una edad en el que razonar con nuestros hijos se hace más fácil, al menos en términos de comprensión. Debemos mostrarles y marcar aún más la diferencia entre elementos que realmente necesitan (cualquier cosa te garantice vivir dignamente, como puede ser la vivienda, la medicina, la alimentación etc.) y deseos o caprichos que pueden tener en un momento dado (ciertas cosas que podemos prescindir y que no son indispensables) de este modo, más adelante podremos debatir con ellos si lo que quieren pertenece al primer grupo o al segundo.

Otro tema en el que podemos incidir es en que sepan interpretar adecuadamente los impactos publicitarios que reciben, y que aprendan a distinguir. Puedes jugar con ellos o hacer sorna con el mensaje publicitario que se está intentando trasladar, es una forma de despertarle e incentivar un espíritu crítico en el consumo.

También es un buen momento para negociar con tu hijo/a su primera paga, y bajo qué condiciones la recibirá: se marcarán una serie de objetivos y la paga será un premio por el trabajo bien hecho. La cantidad recibida no debe ser excesiva, pero tampoco demasiado baja para no desmoralizar.

De los 15 a los 18 años:

Llega la etapa de la vida en la que comenzamos a darle la vuelta a ciertos hábitos. Es un buen momento en el que comenzamos con el cambio de chip, y el “tienes que comprarme” debe transformarse en “he decidido comprarme esto con mis ahorros”

Muestrales cómo se pueden planificar financieramente, en qué situación están hoy, qué tienen y dónde se quieren encontrar en un futuro.

A estas alturas, si todo ha ido como queríamos, ya deben tener muchos de los conceptos básicos asimilados y es un gran momento para abrir su primera cuenta bancaria. Si finalmente tomas esta decisión, es una gran oportunidad para razonar con tu hijo/a la importancia de este paso y la responsabilidad que conlleva hacerlo.

Puedes elegir entre una cuenta para jóvenes o una cuenta corriente estándar, dependiendo de la edad y de los beneficios que te ofrezca tu entidad bancaria.

Otra opción que puedes plantearte en el caso de que puedas permitírtelo es abrirle un producto de ahorro a largo plazo donde agregues todos los meses una cantidad para ellos. Es una forma de tener “otra paga” pero no de consumo inmediato, sino que los hará mirar a largo plazo.

Educación Financiera con juegos y apps

Por supuesto e incluyendo todas las franjas de edad previamente mencionadas, hay multitud de juegos, videojuegos y apps que nos pueden ayudar a inculcar estas ideas y conceptos financieros de un modo más ameno y divertido. Te traemos algunas propuestas, unas más clásicas, otras más actuales y por último… ¡un reto para participar con tus hijo/as!:

Monopoly

Uno de los juegos más famosos. ¿Quién no ha tenido nunca un Monopoly? Un juego de mesa en el que compramos y vendemos propiedades, edificamos, cobramos a todo aquel jugador que pase por tu calle, hay multas, impuestos, subastas… todos los ingredientes para comenzar en el mundo financiero. Recomendamos tanto la versión más clásica como cualquier de las diferentes versiones que han ido saliendo al mercado a lo largo de los años. (+8 años).

Minecraft

Uno de los juegos para ordenador más populares y vendidos de la historia. Aunque a priori no lo parezca, y gracias a las funciones que maneja, este juego tiene capacidad para ayudar a inculcar educación financiera a los más pequeños. Contiene una parte importante de gestión y de recolección de recursos y herramientas, es posible realizar intercambios, compras de productos etc. Una gran manera de poner en práctica mucho de lo aprendido y entretenerse al mismo tiempo. (+7 años).

FamZoo

App para niños a partir de los 13 años que trata de inculcar responsabilidad real, requiere cierta disciplina para llevar una cuenta de sus gastos diarios. Ayuda a comprender cómo ahorrar, a valorar el dinero y cómo planificar presupuestos. Que aprender jugando es algo conocido por todos, que dependiendo del enfoque o de la tipología del juego existen más juegos financieros de los que creías quizás no lo tenemos tan presente.

Hotel

Juego de mesa recomendado para niños a partir de 8 años. De un estilo muy similar al Monopoly, pero algo más visual: ayuda a los más pequeños a acercarse a otros conceptos como la negociación en la compra de terrenos, construcción y a alquiler. ¡Un clásico que nunca falla!

Animal Crossing

Otro videojuego que resultan útil para la adquisición de conocimientos en gestión de recursos. Un simulador en el que cada objeto tiene un valor y un beneficio. Además, es conveniente administrar adecuadamente tanto el dinero como los objetos para poder prosperar y avanzar. (+3).

Que aprender jugando es algo conocido por todos, que dependiendo del enfoque o de la tipología del juego existen más juegos financieros de los que creías quizás no lo tenemos tan presente.

Ahora, te retamos a jugar junto a tus hijos a este reto financiero, ¡probad vuestros conocimientos completando este rosco!

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