El Teatro de las Esquinas de Zaragoza volverá a acoger esta noche la gala benéfica anual de la Fundación Lacus Aragón, entidad perteneciente a Plena inclusión Aragón. Además de hacer un repaso de su actividad durante el año pasado, Lacus entregará sus Distinciones 2020 a Araprode, Special Olympics Aragón y la Asociación Síndrome de Angelman.

Tras esa parte protocolaria, que presentará José Antonio Martos ‘El Pirata’, presidente de la Asociación Motorista Pica Aragón, dará comienzo un espectáculo musical con Virginia Canedo & Anazul. Sobre el escenario, ofrecerán un viaje por distintos estilos musicales, experimentando con voces, pianos y electrónica.

Habrá espacio para las sorpresas, que darán paso al talento de Luis Cebrián, que esta vez presenta su lado más íntimo y personal: Lázarus. Tampoco faltará su alter ego Cretino, para dar el toque festivo y gamberro a la velada, acompañado de sus inseparables The Cretiners.

Todavía pueden adquirirse las entradas para la gala benéfica de Lacus Aragón, por un precio de diez euros, en las taquillas del Teatro de las Esquinas, en su web o en Linacero Discos (sótano 2 del centro comercial El caracol). Aunque no se pueda asistir, también cabe la posibilidad de contribuir a la causa a través de una fila cero, enviando un donativo mediante Bizum con el código 00731, o desde www.lacusaragon.org/donaciones.

La recaudación íntegra se destinará a los programas de inclusión de niños y jóvenes con discapacidad intelectual que desarrolla la fundación. Su misión es hacer realidad la integración en el ámbito escolar, familiar y sociolaboral de personas que presentan necesidades educativas especiales. Para ello, les ayuda a descubrir y potenciar sus capacidades y a superar y compensar las dificultades, limitaciones y desánimos que puedan presentar, mediante una atención personalizada.

El objetivo final de esta labor es desarrollar al máximo las potencialidades de las personas con discapacidad intelectual para, respetando su dignidad, prepararles para una autonomía de vida real que les permita ser corresponsables con la sociedad. Y para lograrlo promueve actitudes positivas en la comunidad educativa (familias, profesorado y alumnado) y en la sociedad, fortaleciendo valores de inclusión (respeto, tolerancia, empatía…) que permitan la integración real de las personas con discapacidad y con necesidades específicas en igualdad de oportunidades y conseguir así su plena inclusión.