Plena inclusión España lanza este jueves, a través de su página web, su biblioteca de la lectura fácil, que aglutina más de 700 publicaciones de acceso libre y gratuito. Se trata de un esfuerzo en el que ha recopilado en un único espacio las publicaciones realizadas por sus organizaciones miembro: las 17 federaciones autonómicas, las de Ceuta y Melilla y tres entidades estatales.
“Este espacio nos ayuda a comprobar el ingente trabajo que se ha hecho ya, incluso a percibir cómo ha evolucionado la lectura fácil y mejorado los documentos porque contamos con materiales desde hace más de diez años. Pero también ayuda a darnos cuenta de todo lo que nos queda por hacer”, señala Blanca Tejero, responsable de accesibilidad de Plena inclusión.
La lectura fácil es una metodología para crear documentos más fáciles de entender, útil para todas las personas, pero en especial para las personas con dificultades de comprensión, como las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo, mayores con deterioro cognitivo o migrantes que no dominen el idioma. Nació en los años 60 en Suecia y en España ya cuenta con norma de calidad UNE.
La biblioteca recopila títulos literarios como ‘Desengaños amorosos’, de María Zayas, la adaptación de ‘La vida de Pedro Saputo’ realizada por Plena inclusión Aragón o cuentos de Emilia Pardo Bazán. Además, contiene cientos de guías de tecnología o salud y documentos sobre cómo usar productos bancarios o cómo reciclar, entre otros. Destacan también materiales de turismo, como veinte monumentos básicos de Santander, una guía de la sede de las Cortes de Aragón, folletos de museos y hasta mapas fáciles de entender de pueblos y ciudades como Peñaranda de Bracamonte, Villanueva de los Infantes, Jerez de los Caballeros o Segovia. Es posible hasta descargar temarios de oposiciones adaptados.
Plena inclusión recuerda que la lectura fácil es una forma de promover la accesibilidad cognitiva y universal y cumplir así el derecho a la información y a la participación de las personas con discapacidad, recogido en la Convención internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad, que España ratificó y por tanto está obligada a cumplir. Por eso, demanda a las administraciones públicas y a las empresas que adapten sus informaciones principales a lectura fácil, para que puedan llegar a más población.
El proyecto se ha realizado gracias a la financiación del IRPF, es decir, gracias a las personas que marcan la casilla de Fines Sociales en su declaración de la renta.