La declaración armamentista presentada por Irak a la ONU podría acabar colocando en la picota a algunos países, incluyendo a ciertos miembros del Consejo de Seguridad, ya que aporta datos sobre las naciones y empresas a las que recurrió el régimen de Bagdad para obtener los componentes necesarios para fabricar sus armas ilícitas, según se desprende del índice del documento.

Bajo el epígrafe Armas químicas se agrupan secciones como Asistencia técnica extranjera y Relaciones con compañías, que podrían terminar siendo embarazosas para quienes ahora exigen a Irak que se desarme. También se incluyen 3Tipos y cantidades de productos químicos importados y Orígenes del abastecimiento.Ayer, los expertos en armamento realizaron inspecciones en 10 instalaciones iraquís, incluyendo la supuesta sede del programa nuclear. El domingo, el teniente general iraquí, Amer al Sadi, dio a entender que Bagdad estuvo a punto de construir una bomba atómica antes de 1991, pero que luego abandonó el proyecto.