El virus de la viruela tiene un periodo de incubación de unos 10 días y es mortal para un 15% de los que resultan infectados. Provoca fiebre y gran malestar, además de pústulas abultadas y acuosas por todo el cuerpo. El sarpullido, que llega a almacenar a millones de copias del virus, es el punto de máximo contagio y el que puede dejar lesiones cutáneas irreversibles si se rasga o lesiona en su fase de erupción.