El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, rechazó ayer el plan franco-alemán para desarmar a Sadam Husein, que contempla el incremento del número de inspectores y el envío de miles de cascos azules a Irak para protegerlos. Powell alegó que la iniciativa supone una "desviación, no una solución" al objetivo de acabar con la amenaza que supone el régimen iraquí. También subrayó que "más inspectores no resolverán el problema, y lo que Francia y Alemania tienen que hacer es leerse otra vez la resolución 1441".

Powell reconoció no conocer la propuesta franco-alemana más que por las filtraciones periodísticas pero, aun así, aseguró que se centra en "el tema equivocado". "La cuestión no es enviar más inspectores, sino el cumplimiento por parte de Sadam" de las órdenes de la ONU, recalcó el secretario de Estado, que se ha pasado al grupo de los halcones del Gabinete de Bush. "Si las Naciones Unidas no tienen la voluntad de actuar, el presidente Bush ha dejado claro que el actuará", advirtió Powell, añadiendo: "Tenemos bastante confianza en que se nos unirán muchas otras naciones en esa acción".

El jefe de la diplomacia estadounidense mostró también su irritación por el bloqueo en la OTAN de Francia, Alemania y Bélgica a las peticiones estadounidenses de asistencia, en caso de ataque a Irak. También la asesora de seguridad nacional, Condoleezza Rice, se unió al rechazo de Powell al desafío planteado por París y Berlín a los planes guerreros de Washington. "Franceses y alemanes están cada vez más aislados", afirmó Rice a la cadena de televisión CBS, añadiendo que 18 países europeos más opinan que el Consejo de Seguridad tiene que hacer algo para demostrar que las "consecuencias graves" con que amenaza la resolución 1441 a Irak si no se desarma, significan algo.

La asesora calificó además de "engaño y retirada" las señales de cooperación iraquí con los inspectores del desarme. "Cuando hay suficiente presión, los iraquís se mueven un poquito para disminuirla", añadió. "Irak no ha hecho más que jugar (...). Cuando el presidente dice que se ha acabado, lo dice de verdad", añadió la consejera de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

PRESION DE BUSH A LA ONU También el presidente estadounidense, George Bush, continuó apretando las tuercas a la ONU, para empujarla a que apruebe su proyectada guerra contra Irak. El Consejo de Seguridad se enfrenta "al momento de la verdad" para desarmar a Sadam, recalcó el presidente, que repitió que el "juego del escondite" con el líder iraquí "se ha acabado".