Estados Unidos esperará un par de semanas a que la nueva resolución cale en los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas antes de someterla a votación, algo que hará después de que el jefe de los inspectores, Hans Blix, haya presentado su nuevo informe, el próximo 1 de marzo. La diplomacia estadounidense se volcará, durante todo este tiempo, para conquistar el apoyo de los miembros del Consejo opuestos a la intervención militar que podrían cambiar de opinión.