Irak no ha logrado convencer a los inspectores de la ONU de que está decidido a cooperar con ellos y a desarmarse, a pesar de que es condición indispensable para tratar de evitar la guerra que se propone lanzar Estados Unidos para derrocar a su líder, Sadam Husein. "En estos momentos, no está claro si Irak realmente quiere cooperar", declaró Hans Blix, jefe de los inspectores, al semanario alemán Die Zeit , mostrando abiertamente sus dudas sobre las intenciones de Bagdad.

"El régimen nos ha permitido volver para evitar un ataque militar inmediato, pero no sé hasta qué punto realmente esta decisión significa una cooperación", como le exige la resolución 1441 de la ONU, explicó el diplomático sueco, quien también subrayó que Bagdad "puede hacer más, y nosotros lo certificaríamos".

EL NUEVO INFORME A finales de esta semana, Blix debe presentar un nuevo informe escrito sobre el desarme iraquí a los miembros del Consejo de Seguridad, como paso previo al informe oral que efectuará el próximo 7 de marzo. Se espera que, en los días siguientes, el Consejo vote sobre el proyecto de resolución que abre la vía a la guerra, presentado por EEUU, Gran Bretaña y España.

Blix describió las inspecciones de desarme como "un proceso que avanza centímetro a centímetro" y señaló que, "incluso si Irak cooperase inmediatamente con nosotros, de forma activa e incondicional, completar las inspecciones requeriría unos cuantos meses". En su campaña para desarmar a Sadam pacíficamente, Francia y Alemania han propuesto que se concedan cuatro meses más a los inspectores para llevar a cabo su trabajo, postura que también apoya Rusia, y que es diametralmente opuesta a la resolución autorizando la guerra que persiguen EEUU y sus aliados.

"SIN PRESION" Pese a la feroz retórica bélica de la Casa Blanca, Blix se declaró "convencido" de que la Administración de George Bush no quiere realmente atacar a Irak y repitió que no está siendo presionado por EEUU para que endurezca sus informes sobre el comportamiento iraquí, con el fin de darle a Washington una justificación para la guerra. "Ese no es el caso", rechazó tajantemente. "Quizá es que soy un ingenuo, un estúpido o tengo mucha coraza, pero no siento mucha presión", añadió.