Para estar listo ante el ataque estadounidense, Sadam Husein ha dividido Irak en cuatro regiones militares y ha encargado la defensa de cada una de ellas a las que quizá sean hoy por hoy las cuatro personas en quien más confía.

Según un decreto presidencial emitido el pasado sábado, Qusai, su segundo hijo, ha sido nombrado máximo responsable de la defensa de Bagdad y de Tikrit, la región natal del presidente iraquí. Por su parte, la zona norte, que incluye los valiosos campos petroleros de Kirku, ha sido confiada a Izat Ibrahim, vicepresidente del Consejo de Mando de la Revolución (CMR) y vicecomandante de las fuerzas armadas.

PRIMO DE SADAM Ali Hasan al Mayid, primo de Sadam y alto mando del partido Baaz, se encargará de coordinar la defensa de la zona sur fronteriza con Kuwait, un territorio de especial importancia estratégica pues por allí entrarán las tropas estadounidenses y británicas si finalmente se consuma la invasión. Por último, Mazban Jader Hadi, un miembro del CMR, será el encargado de dirigir las fuerzas iraquís en la zona central del país.

El decreto presidencial informando de la división de Irak en estas cuatro zonas fue adoptado en la medianoche del sábado, en el transcurso de una reunión del CMR en la que estuvo presente Sadam Husein. Resulta llamativo el hecho de que, entre los cuatro responsables nombrados, sólo haya un militar de carrera: Ali Hasan al Mayid.

Según la copia del decreto publicada por la agencia oficial iraquí INA, Sadam Husein "sigue siendo el único que puede ordenar la utilización de la aviación y de los misiles tierra-tierra de los que dispone Irak".

"Cada comandante --informa el decreto emitido-- está encargado de las cuestiones de defensa en el interior de los límites geográficos de su región y puede utilizar todos los recursos financieros y humanos, así como también la organización del partido Baaz y las unidades del Ejército para garantizar la seguridad interior de Irak y hacer frente a una agresión extranjera que amenaza la soberanía, la independencia y la seguridad" del país.

El Gobierno iraquí ya tomó medidas similares a las reflejadas en este decreto antes de la campaña de bombardeos lanzada por Estados Unidos y el Reino Unido en diciembre de 1998.

POCOS CONTROLES POLICIALES Sin embargo, y a pesar de esta retórica belicosa adoptada por el régimen iraquí, en los alrededores de la ciudad de Bagdad apenas se percibe el despliegue militar. En la autopista que conecta la capital iraquí con el norte del país, no se ven ni trincheras ni soldados. Además, los policías de los controles de carretera se muestran muy relajados y paran a muy pocos vehículos.