Mientras la atención internacional se centraba en Estambul, Irak vivió ayer otra jornada de violencia. En la ciudad de Kirkuk, un atentado suicida con coche bomba contra la sede de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), el principal partido kurdo, causó cinco muertos, además del propio kamikaze, y 37 heridos, siete de ellos de gravedad.

La explosión se produjo hacia las 10.30 de la mañana. El coche cargado de explosivos se estrelló contra una barrera que protegía el acceso a la sede del UPK, el partido que lidera Jalal Talabani, quien ocupa la presidencia rotatoria del Consejo de Gobierno interino iraquí y que se encontraba de visita en Turquía. Muy cerca están también las oficinas del Partido Democrático del Kurdistán (PDK), integrado asimismo en el Gobierno tutelado por EEUU.

TRES NIÑOS ENTRE LAS VICTIMAS Tres de las víctimas mortales son niños, ya que cerca del lugar del atentado había una escuela. Según el director del hospital de Kirkuk, Hashem Mohamed, entre los heridos se encuentran también varios escolares.

El responsable local del UPK, Jalal Jowher, acusó al grupo islamista Ansar al Islam, vinculado a la red terrorista Al Qaeda, de estar detrás del atentado, aunque no descartó la participación "de los restos del antiguo régimen". La guerrilla insurgente ataca a menudo a dirigentes políticos iraquís, incluidas las autoridades municipales, que colaboran con las fuerzas de la coalición ocupante.

Precisamente, en la noche del miércoles, dos iraquís murieron al estallar otro coche bomba frente a la casa de Amer Abdel Jabar Alí Suleimán, jefe de una importante tribu suní, en la localidad de Ramadi, a unos 100 kilómetros al oeste de Bagdad. Las dos víctimas eran parientes de Suleimán. Ramadi se encuentra en el denominado triángulo suní, donde se han producido numerosos ataques contra las fuerzas ocupantes. EEUU tiene previsto retirarse de Ramadi a principios del próximo año y transferir la responsabilidad de la seguridad a las fuerzas iraquís.

EXPLOSION EN LA ESCUELA En la ciudad de Kerbala, a unos 100 kilómetros al sur de Bagdad, dos niños murieron y otros dos resultaron heridos a causa de una explosión registrada en una escuela. "Las víctimas tenían entre 11 y 12 años", dijo una fuente hospitalaria. La policía cree que uno de los niños encontró el explosivo en la calle y lo metió en el colegio.

En Bagdad, la Embajada de Jordania fue tiroteada ayer por desconocidos. A consecuencia de los disparos, murió un guardia de seguridad iraquí, miembro del nuevo Servicio de Protección de Instalaciones (FPS, según las siglas en inglés). Mientras, el Ejército de EEUU intensificó su ofensiva contra la guerrilla. Un portavoz militar señaló ayer que el miércoles los soldados mataron en Ramadi a ocho insurgentes.