Un plan de separación de los palestinos en el que no se dice que se van a evacuar los asentamientos de la franja de Gaza. Esto es lo que ayer, tras múltiples retrasos y unas cuantas jugadas políticas dudosas, aprobó el Gobierno de Ariel Sharon por 14 votos a favor y siete en contra. Se trata de un texto muy descafeinado en el que Israel sólo se compromete a separarse de los palestinos en algunas zonas, sin fijar fechas ni lugares.

La oposición de barones del Likud tan importantes como Binyamin Netanyahu y Silvam Shalom obligó a Sharon a buscar una fórmula de compromiso. Sobre todo, porque sus ministros rebeldes contaban con la fuerza que les daba que el Likud rechazara en referendo el plan original de desmantelar todas las colonias de Gaza.

El texto no incluye ningún compromiso a una evacuación de los asentamientos de Gaza y mantiene un tono ambiguo del que se pueden hacer muchas interpretaciones. Sí recoge que el Ejecutivo decidirá en marzo del 2005 si inicia o no dicha evacuación.