El Gobierno de EEUU advirtió ayer a Siria de que no permitirá que su territorio sea usado como base para realizar actos violentos contra Irak y le recordó que ya va siendo hora de que se plantee la definitiva retirada militar de Líbano, ocupado amistosamente desde 1976.

El secretario de Estado adjunto para Oriente Próximo, William Burns, celebró en Damasco un encuentro con el presidente sirio, Bashar al Asad, el primero en más de un año de pésimas relaciones. La reunión sirvió, entre otras cosas, para establecer los sistemas de cooperación entre expertos militares estadounidenses y sirios que den estabilidad a la frontera sirio-iraquí.

Entre la espada y la pared, Damasco valoró "de manera positiva" esta colaboración entre EEUU y Siria "destinada a mantener la unidad y la estabilidad del vecino Irak". Respecto a Líbano, Burns fue tajante: Siria no debe intervenir en los asuntos internos del Líbano y ha de retirar las tropas sirias de ese país.

Siria, que ejerce un poder tácito sobre su vecino, propició la reforma de la Constitución libanesa para que su candidato favorito, el actual presidente, Emile Lahud, prorrogara su mandato otros tres años.

LIBANESES Y PALESTINOS EEUU acusa a Siria de colaborar con el terrorismo por acoger en su territorio oficinas del grupo shií libanés Hizbulá y facciones radicales palestinas que EEUU considera organizaciones terroristas. También dice que Damasco no hace nada para evitar que combatientes extranjeros vayan a Irak para sumarse a la insurgencia.

Entretanto, en Irak, centenares de civiles huyeron ayer de la ciudad norteña de Tal Afar por temor a que se repitieran los combates del pasado jueves, que causaron 50 muertos. Mientras, en Basora, la principal ciudad del sur del país, una explosión cerca de los consulados de EEUU y de Gran Bretaña causó dos muertos y al menos dos heridos.

La falta de noticias sobre los periodistas franceses Christian Chesnot y Georges Malbrunot y sobre dos italianas cooperantes mantiene en vilo a Francia e Italia. El utimátum de los secuestradores de Simona Pari y Simona Torretta, y de dos de sus colegas iraquís, expiraba anoche.

Pero no fue Irak el único escenario de incidentes terroristas. En Yida, Arabia Saudí, dos coches bomba estallaron frente a sedes bancarias, aunque sólo causaron un herido. También en Yakarta (Indonesia), donde el jueves hubo un atentado contra la embajada de Australia (9 muertos y 182 heridos), se temía que un segundo grupo de kamikazes realizara otro ataque, afirmó el jefe de la policía australiana, Mick Keelty.