Los norteamericanos Jack Hansley y Eugene Amstrong y el británico Kenneth Bigley, secuestrados el jueves en Bagdad, serán asesinados si antes de 48 horas las autoridades iraquís no ponen en libertad a todas las mujeres detenidas en las prisiones de Abú Graib (Bagdad) y de Um Qasar (en el sur del país), según un vídeo de sus captores, el grupo de Al Qaeda en Irak. Estas amenazas contrastaron ayer con el comunicado del Ejército Islámico de Irak, cuya autenticidad estudiaba anoche el Gobierno de París, en el que anunció haber puesto fin "a la detención de los franceses" --dos periodistas--, que ahora "cubren los combates" de esta milicia por un periodo "limitado".

La cadena de televisión qatarí Al Jazira mostró ayer las imágenes de los rehenes norteamericanos y británico. En el vídeo, de breve duración, aparecen los tres occidentales de rodillas, con los ojos vendados y con un hombre enmascarado a sus espaldas que apunta con el cañón de su arma automática a la cabeza de uno de los retenidos.

Según informó la televisión árabe, los secuestrados, empleados en una empresa de los Emiratos Arabes Unidos, están en manos del grupo Monoteísmo y Guerra Santa, que dirige el jordano Abú Musab al Zarqaui, considerado por EEUU como el jefe de Al Qaeda en Irak.

DOS MUJERES, EN BAGDAD Las dos únicas mujeres todavía bajo custodia de las tropas norteamericanas en la prisión de Abú Graib son Huda Saleh Mehdi Amache y Rihab Taha, apodadas respectivamente Doctora ántrax y Doctora germen , según reveló un responsable de la prisión. El general Geoffrey Miller, encargado de las reformas en Abú Graib tras descubrirse las torturas, declaró que ambas seguían detenidas por "sus relaciones con el programa de armamento biológico" de Sadam Husein.

Las autoridades iraquís, por su parte, informaron ayer de que tres camioneros turcos fueron secuestrados en el norte de Bagdad. Anoche, la televisión qatarí anunció que un grupo islámico se atribuyó el secuestro de 10 empleados de una sociedad turco-estadounidense y amenazó con matarlos si la empresa no se iba del país en tres días.

Desde el pasado abril, más de un centenar de extranjeros de una docena de países han sido capturados en Irak, bien por grupos de la resistencia o por banda de delincuentes. La mayoría de las víctimas proceden de Turquía, Jordania y Egipto. Algunos de ellos han sido liberados y más de una veintena, ejecutados.

Entre los que todavía están retenidos figuran las dos cooperantes italianas Simona Pari y Simona Torretta, secuestradas el pasado día 7 en Bagdad. El anuncio de la posible liberación de los dos periodistas franceses, Christian Chesnot y Georges Malbrunot, que están en manos de un grupo armado desde el pasado 20 de agosto, no había podido ser confirmado anoche por las autoridades francesas. La oleada de violencia que vive el país está obstaculizando los esfuerzos diplomáticos desplegados por Italia y Francia.