Los servicios de espionaje del Ejército estadounidense en Irak vislumbran un negro futuro, sobre todo en la explosiva provincia de Anbar, en el oeste del país y de mayoría suní. El jefe de espionaje del Cuerpo de Marines en Irak, coronel Pete Devlin, presentó recientemente a sus superiores un desolador informe de tono inusual, en el que se concluye que las posibilidades de mejorar la seguridad de la zona son nulas. Añade el informe que, paralelamente, los militares de Estados Unidos no pueden hacer nada para mejorar la situación ni política ni socialmente en la región. Nunca hasta ahora, un informe de un alto cargo de los servicios secretos había tenido unas conclusiones tan negativas.

El informe recoge las aportaciones de numerosos expertos. Un oficial del Ejército de Estados Unidos señala que si bien es cierto que en la provincia de Anbar no han sido "derrotados militarmente", sí lo han sido "políticamente", y "es ahí donde las guerras se ganan o se pierden". El pesimista informe lleva fecha del 16 de agosto y fue enviado a Washington poco después, según informó ayer en sus páginas el periódico The Washington Post.

Mientras, el juicio contra el depuesto presidente de Irak, Sadam Husein, y seis de sus más cercanos colaboradores, se reanudó ayer en Bagdad. Los cargos que pesan sobre los acusados son de genocidio y crímenes contra la humanidad. La sesión fue la tercera del llamado caso Anfal, la campaña de ataques masivos con armas químicas lanzadas contra los kurdos por el Ejército iraquí en 1987 y 1988, en la que murieron o desaparecieron 180.000 kurdos, según cifras de la fiscalía general del Tribunal Supremo iraquí.

SIN REMORDIMIENTOS Desde el banquillo, Husein hizo un llamamiento a los iraquís. "Mi mensaje al pueblo iraquí es que no deben de sentir culpa por matar a los kurdos", dijo Sadam, poco antes de la finalización de la sesión. "Los testigos de la sala han dicho que fueron oprimidos por ser kurdos", gritó. "Intentan generar disputas entre el pueblo de Irak, entre árabes y kurdos", agregó.

Por otra parte, en las calles de Bagdad siguió ocurriendo lo de todos los días. Un kamikaze se llevó por delante a 14 personas que esperaban ante un cuartel de reclutamiento del Ejército. En total, 27 personas perdieron la vida hasta la media tarde de ayer en el conjunto del territorio iraquí.