Unas críticas del papa Benedicto XVI a la figura de Mahoma y al concepto de yihad (guerra santa) han colocado al mundo islámico al borde de un ataque de ira semejante al que se produjo el pasado febrero por las caricaturas del profeta aparecidas en un periódico danés. Ayer, de Marruecos a Indonesia, se sucedieron las protestas de dirigentes musulmanes que calificaron de "insulto" al islam las afirmaciones del Pontífice, convertidas ya en la mayor polémica generada por este Papa --menos inclinado al diálogo entre religiones que su antecesor-- desde su nombramiento.

En las últimas horas, la reacción islámica subió de intensidad con varias manifestaciones de protesta y los ataques contra una iglesia y una escuela cristiana.

La polémica se originó el martes, cuando, durante un discurso en la Universidad de Ratisbona (Alemania), el Pontífice citó al emperador bizantino Manuel II que, en el siglo XIV, afirmó que Mahoma solo trajo "lo malo e inhumano". Al comentar las palabras de Manuel II, Benedicto XVI opinó que la yihad es "incompatible con la naturaleza de Dios".

DOCTRINA IRRACIONAL Además, el Pontífice destacó el carácter "irracional" del islam al referirse al intelectual Theodore Khoury, según el cual, "para la doctrina musulmana, Dios es trascendente y su voluntad no está ligada a ninguna de nuestras categorías, ni siquiera a la razón".

Dos días tardaron esas declaraciones en difundirse por los países musulmanes. El jueves, empezaron a oírse las primeras reacciones, aunque no fue hasta ayer cuando se generalizaron las protestas.

La reacción más contundente se produjo en Pakistán, cuyo Parlamento aprobó "por unanimidad" una resolución de condena. "Esta asamblea pide al Papa que retire esas afirmaciones por el bien de la armonía entre religiones", reza la resolución, en la que se asegura: "Los comentarios peyorativos del Papa sobre la filosofía de la yihad y el profeta Mahoma han herido los sentimientos del mundo musulmán".

El Gobierno paquistaní también se sumó a esas críticas. "Esas afirmaciones muestran una ignorancia de la historia, pues no han sido los musulmanes los que han perseguido a los fieles de otras religiones", comentó el portavoz de Exteriores.

Mientras, el jeque Yusef Qardaui, uno de los líderes religiosos más influyentes del mundo islámico, sobre todo gracias al programa que presenta en la cadena Al Jazira, instó a Benedicto XVI a "presentar excusas".

El jeque Qardaui, cuyas intervenciones fueron decisivas para atizar las protestas musulmanas contra las viñetas de Mahoma, se preguntó ayer si "el Papa quiere que se cierren las puertas del diálogo y que nos preparemos para nuevas cruzadas".

La Organización de la Conferencia Islámica (OCI) pidió al Vaticano "que clarifique su posición" frente al islam. "Esperamos que esta campaña sorprendente no signifique que se ha impuesto una nueva orientación del Vaticano hacia el islam", afirmó la OCI.

ABIERTAS AMENAZAS A esas denuncias se sumaron influyentes líderes religiosos iranís, grupos islamistas como los Hermanos Musulmanes egipcios y jordanos, integristas marroquís y el clérigo radical iraquí Moktada al Sadr. También dirigentes musulmanes de Alemania y Francia. Algunos incluso profirieron abiertas amenazas contra el Pontífice, como Syed Ahmed Bujari, el imán de la mezquita de Nueva

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