La policía alemana descubrió restos de polonio-210, la sustancia que causó la muerte al exespía ruso Aleksandr Litvinenko, en un piso del puerto de Hamburgo (Alemania) ocupado por la exesposa del antiguo agente ruso Dimitri Kovtun, de 41 años, una de las últimas personas que se entrevistó con Litvinenko en Londres antes de ingresar en un hospital de la capital británica.

La dirección de la Oficina Federal de lo Criminal de Alemania informó que sus agentes detectaron los restos en un piso que ocupaba la exmujer de Kovtun, ubicado en la primera planta de un edificio situado en la calle Erzbergerstrasse del barrio hamburgués de Ottense, en las inmediaciones de la estación del distrito de Altona. La portavoz de la policía, Ulrike Sweden, informó de que el polonio fue detectado en el baño y en la sala de estar de la vivienda, que la exmujer de Kovtun ha sido sometida a exámenes médicos para descartar que la radicación haya penetrado en su cuerpo y que también se encontraron rastros en otra vivienda de la suegra de Kovtun, residente en la localidad de Pinneberg, al norte de la ciudad alemana.

VUELO ARRIESGADO Los investigadores alemanes, sin embargo, desconocen si Kovtun regresó a Hamburgo antes de aparecer después ingresado en un hospital de Moscú en estado grave. Lo que sí pudo comprobar la policía es que Kovtun voló a Londres en un avión de la compañía de vuelos baratos Germanwings, lo que obligó a someter ayer a una revisión a fondo al Airbus A319 de la compañía alemana utilizado por el exespía para trasladarse a su mortal cita en el hotel Millennium de la ciudad británica.

Kovtun trabajó como espía ruso y vivió durante 12 años en Hamburgo. La policía alemana realizó los registros de las viviendas tras recibir informaciones de los investigadores del Reino Unido. La aparición de trazas de radiación ahora en Hamburgo abre nuevos interrogantes en relación con el misterioso caso Litvinenko, pero tanto los investigadores alemanes como los británicos no saben cuál ha sido el papel de Kovtun en el envenenamiento de Litvinenko.

Más concretamente, la policía alemana desconoce si Kovtun actúo como víctima o como verdugo, y esperaba obtener información adicional de la mujer del exagente, una alemana de 31 años, que vivía con los hijos que tenía en común con Kovtun. La mujer mantenía una relación de armonía con el exagente reconvertido en empresario, a pesar de estar legalmente separados.

La portavoz Sweden puntualizó que los restos de radiación encontrados en la vivienda de la exesposa de Kovtun se pueden definir como "débiles", pero que revisten gran peligro en caso de ser ingeridos o si se tienen heridas abiertas y se entra en contacto directo con ellos. Por esta misma razón, la primera medida fue evacuar al resto de los residentes del edificio y acordonar las calles inmediatas a la vivienda. Con el paso de las horas, los agentes levantaron las restricciones y los vecinos pudieron regresar a sus hogares, si bien preocupados y con temor. Todos ellos fueron invitados a realizarse exámenes médicos.

TELÉFONO DE INFORMACIÓN La policía también habilitó una línea de teléfono caliente para recibir posibles informaciones que puedan aclarar un caso que ha conmovido a la opinión pública internacional. La policía alemana formó también un grupo especial de investigación bautizado como comisión Tercer Hombre.

La portavoz Sweden negó la posibilidad de que el envenenamiento de Litvinenko haya sido organizado desde Hamburgo. "No hay ninguna prueba en ese sentido", dijo.