EL TRIBUNAL Superior de Viena dejó ayer en libertad al ultraderechista británico, de 68 años, condenado a tres años de prisión por cuestionar la existencia del Holocausto nazi. Esta orden hace que David Irving, que negó el genocidio, quede fuera de la jurisprudencia austriaca y pueda trasladarse a Londres eludiendo otras denuncias en su contra. G. C.