Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) concedieron anoche unos meses de plazo a Irlanda para que pueda encontrar una solución a la crisis creada por el rechazo de la población al Tratado de Lisboa. "Es demasiado pronto para presentar posibles soluciones", explicó el primer ministro irlandés, Brian Cowen, en la primera jornada del Consejo Europeo de Bruselas. "Irlanda necesita tiempo para analizar el voto de la semana pasada y explorar las soluciones", añadió.

Los líderes de la UE expresaron a Cowen durante la cena su disposición a ofrecerle un respiro de cuatro meses, hasta la próxima cumbre europea, prevista para mediados de octubre. Pero indicaron que para entonces esperan que Irlanda les presente una propuesta para salir del actual bloqueo político.

ALEMANIA RECLAMA RAPIDEZ "Europa no puede permitirse una nueva pausa de reflexión", advirtió la cancillera alemana, Angela Merkel, en referencia a los dos años de parálisis política tras el rechazo del proyecto de Constitución europea en el 2005. "Como muy tarde en la cumbre del mes de octubre, debemos adoptar un procedimiento que haga posible que el Tratado de Lisboa esté en vigor antes de las elecciones del Parlamento Europeo de junio del 2009", subrayó en la reunión el presidente de la Eurocámara, Hans-Gert Pöttering. En el mismo sentido se pronunció el veterano primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, sin ocultar su "inquietud" porque ninguna de las hipótesis de salida de la crisis le satisface.

SIN RENEGOCIACIÓN Los principales líderes europeos dejaron claro también a Irlanda que está totalmente descartada una renegociación del texto del Tratado de Lisboa, fruto de un complejo equilibrio entre las posiciones contrapuestas de los países más europeístas y los más soberanistas de la UE. "Las opciones no incluyen una renegociación", confirmó el ministro británico de Asuntos Exteriores, David Miliband. La mayoría de los Veintisiete están dispuestos a acompañar el Tratado de Lisboa de alguna declaración política tranquilizadora dirigida a los temores infundados de la población irlandesa, avivados por la demagógica campaña de los partidarios del no.

CAUTELA IRLANDESA El ministro irlandés de Asuntos Exteriores, Micheal Martin, intentó inmediatamente rebajar las expectativas. "El Consejo Europeo de octubre es una oportunidad para presentar un informe de etapa, pero yo no anticiparía que pueda haber una solución sobre la mesa en octubre", declaró Martin en los pasillos de la cumbre.

Los líderes acordaron asimismo anoche que el proceso de ratificación del Tratado de Lisboa continuará sin pausa en los siete estados que aún no se han pronunciado: España, Italia, Bélgica, Suecia, Holanda, Chipre y la República Checa.

La ratificación del nuevo Tratado por parte del Reino Unido el pasado miércoles ha supuesto una bocanada de optimismo para los Veintisiete, después del jarro de agua fría del no irlandés. El primer ministro británico, Gordon Brown, fue felicitado por los demás líderes por haber logrado culminar la ratificación, pese a la presión de las fuerzas euroescépticas británicas.