La organización Human Rights Watch (HRW) levantó ayer más de una ampolla en los pasillos del Ministerio de Interior marroquí al acusar a Marruecos de reprimir de forma sistemática a los saharauis que defienden la independencia. El último caso de hostigamiento denunciado por la Asociación Saharaui de Víctimas de Graves Violaciones de Derechos Humanos (ASGVDH) fue el de dos jóvenes que murieron atropellados durante unas protestas en Agadir, en el sur del país.

"Las fuerzas de seguridad detienen arbitrariamente a presuntos activistas saharauis. Los torturan y les obligan a firmar confesiones policiales incriminatorias", señala el informe que la citada oenegé hizo público en Rabat.

Desde hacía más de 14 años no se presentaba en Marruecos un informe que cruza una de sus líneas rojas, la integridad territorial. En una reunión con periodistas marroquís, un portavoz advirtió de que "ninguna organización debe entrometerse en los asuntos internos de Marruecos".