Asciende a 41 el número de muertos por el derrumbe este viernes del minarete de la mezquita de Bab el Berdiyine, en la medina de Mequínez, mientras que el de heridos se ha elevado a 75 personas, según fuentes oficiales. El nuevo balance provisional de las autoridades marroquíes, difundido por la agencia MAP, indica que 17 de los heridos permanecen todavía hospitalizados.

Los cadáveres han sido trasladados al depósito del hospital Mohamed V de Mequínez y al hospital militar de la misma ciudad, mientras que los heridos se condujeron a centros hospitalarios de Mequínez y de la cercana ciudad de Fez.

El derrumbe del minarete de la mezquita tuvo lugar al comenzar la oración del mediodía del viernes, la más importante para los musulmanes, cuando había varios centenares de personas en su interior. La caída echó abajo prácticamente la mitad del templo, que se remonta a finales del siglo XVII y que, según el testimonio de algunos vecinos, amenazaba ruina desde hace meses.

CAÍDA DE CASAS POR LA LLUVIA

Mequínez ha sufrido en los últimos días un fuerte temporal de viento y lluvia que ha provocado más muertes en otros puntos del país, principalmente por el derrumbe de casas. Varios testigos presenciales han destacado que el minarete de la mezquita se encontraba inclinado desde hace mucho tiempo y que el templo necesitaba una profunda restauración que nunca fue llevada a cabo.

"La mezquita estaba en muy mal estado, todos lo sabíamos y ya nos habíamos quejado muchas veces", ha señalado Mustafa Hubai. Los voluntarios en la operación de rescate, que portaban cubos llenos de escombros y excavaban con palas y picos, temen que la cifra definitiva de muertos sea aún mayor y algunos la elevan hasta el medio centenar.

Los escasos medios materiales dificultan aún más la búsqueda, que se hace de forma voluntariosa pero un tanto desorganizada, bajo la presencia de cientos de militares y miembros de las Fuerzas Auxiliares marroquíes que se desplegaron en los alrededores.

EL REY MOHAMED PAGARÁ LOS FUNERALES

El rey Mohamed VI de Marruecos, que envió a los ministros del Interior y de Asuntos Islámicos al lugar, ha anunciado que costeará personalmente los funerales por las víctimas del suceso y ha dado instrucciones para la reconstrucción inmediata de la mezquita, una de las joyas históricas de esta ciudad, antigua morada de los monarcas de Marruecos

Tras esta tragedia, el Ministerio del Interior ha informado de que el monarca ha ordenado un peritaje urgente de todas las mezquitas antiguas del país. Siguiendo las instrucciones reales, se han establecido comisiones locales, con representantes locales y ministeriales, en las diversas provincias marroquíes para examinar el estado de esos templos y de sus dependencias.

El estado de conservación de muchos de los edificios más antiguos en las medinas marroquíes, principalmente en las llamadas "ciudades imperiales" como Mequínez, es altamente precario, y se repiten con frecuencia los llamamientos a restaurar esos barrios por parte de asociaciones vecinales.