Era su prioridad y lo ha conseguido. La ministra de Defensa, Carme Chacón, arrancó ayer a sus homólogos de la Unión Europea un compromiso para ampliar y reforzar la operación Atalanta contra la piratería somalí. Con el nuevo mandato, los militares desplegados en el océano Índico podrán vigilar y controlar los puertos desde los que se tiene constancia que parten los piratas, e interceptar e inspeccionar los buques nodrizas que usan para sus abordajes. El tercer acuerdo pasa por adiestrar, a partir de mayo, a 1.000 nuevos efectivos de la fuerza de seguridad somalí. El coronel español Ricardo González Elull estará al frente de los 200 instructores, entre ellos 45 españoles. Por último y para que todo lo anterior "tenga credibilidad", España ha propuesto mejorar el convenio jurídico que tenía hasta el momento con Kenia y las Islas Seychelles para juzgar a los piratas detenidos, y ampliarlo a otros tres países: Tanzania, Suráfrica y Mauricio.

Para Chacón, "reforzar" la operación Atalanta era uno de sus principales objetivos durante este semestre de presidencia. Y aprovechó la reunión informal de ministros de Defensa de la UE que ayer y hoy preside en Palma de Mallorca para acabar de arrancar de sus socios su compromiso de que, cuando se lo pidan, incrementarán su presencia en el Índico. Chacón no lo concretó ayer, pero es evidente que las nuevas funciones del mando militar requerirán más medios, nuevas embarcaciones más ligeras que una fragata, y más militares para la misión.

POLÉMICO PLANTÓN No le faltó a la cita de Palma sus dosis de tensión diplomática. El plantón de la ministra de Exteriores de la UE, Catherine Ashton, no gustó y se interpretó como un nuevo gesto de la vicepresidenta británica de su "escaso interés" por los temas de Defensa. Lo cierto es que Ashton envió una carta de disculpas, ayer estuvo en Moscú y hoy viajará a la toma de posesión del nuevo presidente de Ucrania, Víktor Yanukóvic.