EEUU logra el apoyo de China y Rusia para sancionar a Irán

La posibilidad de que Irán se convierta en una potencia nuclear militar afecta a toda la comunidad internacional. Y si el lunes Brasil y Turquía pusieron su fuerza tras el brazo iraní presentando por sorpresa un acuerdo por el que el régimen de Mahmud Ahmadineyad se comprometía a enviar la mitad de su uranio a Turquía, el empuje de ese apoyo tardó menos de 24 horas en ser contrarrestado y frenado por Estados Unidos que, tras meses de negociaciones, logró finalmente el apoyo clave e imprescindible de Rusia y China para impulsar una cuarta ronda de sanciones a Teherán en el Consejo de Seguridad de la ONU.

En una comparecencia matutina ante el Comité de Relaciones Internacionales del Senado, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, anunció ayer orgullosa haber logrado por fin un acuerdo con Moscú y Pekín sobre un borrador de resolución, que al cierre de esta edición se presentaba al Consejo de Seguridad.

Rusos y chinos, principales aliados comerciales de Irán, se habían resistido a imponer nuevos castigos, pero ahora se han sumado a Washington y a los otros dos miembros con derecho a veto en el Consejo, el Reino Unido y Francia, así como a Alemania, que ha participado en las negociaciones. Lo han hecho, además, en un momento clave: justo un día después del anuncio del acuerdo entre Irán, Turquía y Brasil, un pacto que Clinton denunció por su "calendario amorfo" que, denunció, obligaría a "meses de futuras negociaciones" y no solventa la demanda básica de que Teherán abandone el enriquecimiento de uranio y colabore con la Organización Internacional de la Energía Atómica.

LAS MEDIDAS Ni Clinton ni ninguna de las misiones de países ante la ONU facilitó el borrador antes de la reunión, pero la secretaria de Estado había anunciado que se trata de un texto "duro". Diversas fuentes diplomáticas avanzaron que contiene medidas que van desde un refuerzo del embargo de armas hasta el incremento de la autoridad para intervenir e inspeccionar los barcos sospechosos de transportar material vinculado a los planes nucleares y de misiles (al estilo de una sanción impuesta en el 2009 a Corea del Norte). Asimismo, se impondrán más restricciones a las transacciones financieras, prohibiciones de viaje y congelación de bienes de la Guardia Revolucionaria Iraní.

EEUU puede apuntarse un triunfo, pero también una derrota. Brasil, Turquía y el Líbano, que ocupan puestos rotatorios en el Consejo de Seguridad, han anunciado ya su rechazo a una cuarta ronda de sanciones. Así, será imposible el consenso internacional por el que apostaba el presidente de EEUU, Barack Obama, para poder aislar a Irán.