La comunidad internacional ha dado hoy su respaldo al ambicioso proyecto de reconciliación nacional del presidente de Afganistán, Hamid Karzai, que incluye una política de mano tendida con los talibanes y que las fuerzas de seguridad afganas asuman la seguridad del país antes de que acabe el año 2014. Estos son los dos principales acuerdos de la conferencia de donantes que se ha celebrado hoy en Kabul.

Los representantes de más de 70 países y de organizaciones internacionales también han acordado que antes de dos años al menos el 50% de la ayuda económica pase por el control directo del Gobierno afgano. Con esta medida, los donantes pretende contrarrestar las acusaciones de corrupción que pesan sobre la Administración de Karzai.

Según el comunicado final de la conferencia, "las fuerzas armadas afganas dirigirán las operaciones militares de todas las provincias del país de aquí al 2014". Un objetivo ambicioso, dado que los talibanes han ganado terreno en los últimos años y el Ejército afgano recibe actualmente el apoyo de más de 100.000 soldados extranjeros, dos tercios de ellos estadounidenses.

COMPROMISO PRESIDENCIAL

En la conferencia, Karzai se ha manifestado "determinado" a cumplir ese plazo y ha expresado su confianza en que en los "próximos meses" pactará los pasos de la transición con los aliados. Para ello, el Gobierno afgano se ha comprometido a incrementar y mejorar la formación del Ejército y la policía de aquí a octubre del 2011.

Lo que no ha concretado la conferencia de donantes es si las tropas internacionales se habrán retirado de Afganistán en el 2014. El presidente de EEUU, Barack Obama, había fijado el mes de julio del 2011 para iniciar el repliegue de sus tropas. Por su parte, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha anunciado que las fuerzas extranjeras permanecerán en el país después del periodo de transición para garantizar un "rol de apoyo" a las fuerzas de seguridad afganas.

UN ANTES Y UN DESPUÉS

Por lo que respecta a la política de mano tendida con los talibanes, esta tiene una de sus principales bases en los insurgentes de rango inferior, que combaten por dinero y no por ideología. La idea de Karzai es acordar una amnistía a cambio de que se rindan y entreguen las armas.

La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, ha manifestado su satisfacción por los acuerdos de la conferencia que, a su juicio, marcan un antes y un después en el país. Clinton ha subrayado que la comunidad internacional está "muy implicada" en el proyecto de Karzai y ha asegurado que la Administración de Obama ha permitido al Gobierno afgano retomar la iniciativa y presentar una estrategia para el futuro del país.