"Las familias están informadas del estado de Albert Vilalta y Roque Pascual y vamos a seguir trabajando para que llegue el día en que las llamemos y les podamos decir ´Ya vienen´. Nada más se puede explicar para no poner en peligro sus vidas". Lo contaba ayer por la tarde una de las personas del Gobierno que más de cerca está viviendo las gestiones del Ejecutivo para lograr la liberación de los dos españoles, secuestrados por una célula de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) el 29 de noviembre del 2009 en el norte de Mauritania. El Gobierno español no quiso analizar ayer oficialmente la misión lanzada por Francia para intentar liberar a Michel Germaneau y que unas horas después acabó en tragedia. La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, repitió, como dijo el viernes, que los dos se encuentran bien y recordó que sus captores no pertenecen a la misma célula que retenía al francés fallecido.