El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha anunciado hoy, al término de una cumbre con la cancillera alemana, Angela Merkel, y el presidente ruso, Dmitri Medvédev, que ha tenido lugar en la ciudad francesa de Deauville, que esta tarde, a su regreso a París, que tomará medidas para "garantizar el orden" ante los disturbios que están marcando las protestas en el país en las últimas horas y para asegurar el suministro de carburante. "Hay gente que quiere ir a trabajar y no puede estar privada de combustible", ha afirmado el jefe del Elíseo.

El dirigente se ha referido especialmente a los choques violentos que desde ayer se están produciendo entre estudiantes y policías y ha denunciado la participación en las manifestaciones de "un cierto número de provocadores". En este sentido, ha insistido en que trabajará con la policía para garantizar el orden público. Sarkozy ha hecho una llamada a "la responsabilidad" de todos los participantes en las protestas "para que las cosas no superen ciertos límites".

Sarkozy se ha mostrado comprensivo con "la inquietud" que ha generado la reforma de las pensiones y con el derecho de los opositores a manifestarse "sin violencia", pero se ha mostrado firme respecto al proyecto de reforma. Así, ha reiterado que no dará marcha atrás porque, ha dicho, el déficit actual del sistema de pensiones "no puede durar". "El mayor desvío sería no cumplir con mi deber", ha señalado, antes de apuntar que había reflexionado "mucho" antes de impulsar la reforma.