Los presidentes de Francia, Nicolas Sarkozy, y Rusia, Dmitri Medvédev, y la canciller alemana, Angela Merkel, se reunieron hoy de nuevo en la ciudad francesa de Deauville (noroeste) tras haber cenado anoche en una cumbre triangular que busca reforzar la confianza entre Moscú y Occidente. Sarkozy recibió a las 9.30 hora local (7.30 GMT) a Merkel y Medvédev en una elegante vila junto al paseo marítimo de Deauville, a escasas decenas de metros del restaurante donde ayer cenaron con un grupo muy restringido de colaboradores. Esta reunión de trabajo en un formato más convencional, que termina con una comparecencia de los tres líderes ante la prensa, debe servir para abordar diversos asuntos de la agenda internacional, como las ambiciones nucleares de Irán, el conflicto de Oriente Medio o la situación en Afganistán. Fuentes francesas indicaron antes del inicio del encuentro que están "muy satisfechas" por el interés que ha puesto Moscú en la aplicación de sanciones a Irán ante el riesgo de proliferación nuclear. Las fuentes también dijeron que Francia es "muy favorable" a que Rusia tenga un papel en la gestión del conflicto en Oriente Medio, y agradecieron la ayuda que presta a la OTAN al permitirle transitar por su territorio en las labores de abastecimiento de sus fuerzas en Afganistán. Sarkozy y Merkel insistieron ayer en que su intención con esta cita en Deauville, en la que no se anunciarán decisiones para no inquietar a otros socios europeos que no han sido invitados, es "reforzar nuestras bases de confianza con Rusia", según las palabras de la canciller. Uno de los principales puntos de discordia, herencia de los recelos de la Guerra Fría, es el proyecto de la Alianza Atlántica de crear un escudo antimisiles, lo que se ve con hostilidad desde Moscú. La posición francoalemana es que ese escudo no sólo no está dirigido contra Rusia, sino que hay interés en que este país participe, porque su principal razón de ser actualmente es la amenaza potencial que presenta Irán por su política armamentística y de proliferación nuclear, amenaza que también pesa sobre los rusos. Otros puntos problemáticos en la relación de Rusia con Occidente son los diversos "conflictos congelados" en los confines del antiguo imperio soviético, como en Georgia, el Alto Karabaj o el Transdniéster, o la reclamación rusa de que se suprima el visado que se exige a los ciudadanos rusos para entrar en el espacio Schengen.