El Gobierno se descolgó ayer con la votación de una curiosa enmienda en el Senado: el texto plantea la apertura de una "reflexión nacional" a partir del 2014 sobre una nueva reforma basada en un sistema conocido como la jubilación "por puntos", explicado de momento muy vagamente.

Se trata de un gesto dirigido al sindicato CFDT, que reclamaba este tipo de régimen, y a los centristas, incómodos con la reforma. Es una fórmula proporcional "de una gran equidad" utilizada en países como Suecia. Pero lo que para el Ejecutivo era una demostración de diálogo fue percibido por la oposición como una maniobra de distracción. La CFDT tampoco picó el anzuelo y acusó al Gobierno de Sarkozy de hacer las cosas "al revés".