El joven saharaui de 14 años muerto por disparos del Ejército marroquí recibió sepultura el lunes, en el silencio de la madrugada y sin el calor de familiares, amigos o activistas. Según fuentes saharauis, la misma noche de la muerte de Nayen Elgarhi autoridades marroquís ofrecieron 5.000 euros a la familia para que fuera enterrado con sigilo y así evitar posibles protestas independentistas.

"Obligaron a sus padres a aceptar el soborno", afirman las mismas fuentes, aunque la familia quería retrasar el entierro hasta la llegada de una comisión internacional de investigación. Rabat sostiene que los militares actuaron en "legítima defensa" cuando el joven y sus amigos intentaban acceder en coche al campamento, cerca de El Aaiún, donde miles de saharauis protestan para exigir mejoras en sus condiciones de vida.