Las autoridades de Namibia interceptaron ayer un artefacto sospechoso, consistente en una batería, un cable, un detonador y un reloj, en un avión de pasajeros de Air Berlín con destino a Múnich, según ha informado hoy el departamento alemán de Investigaciones de lo Criminal (BKA). Según las investigaciones en curso, el mecanismo fue detectado en el control de equipajes, aunque todavía no se ha podido determinar si estaba preparado para estallar durante el vuelo.

El equipaje sospechoso había sido facturado para el vuelo de Air Berlín desde la capital namibia, Windhuk, con destino a Múnich, en el que viajaban 296 pasajeros.

Tras retirar el artefacto sospechoso y repetirse los controles de seguridad del equipaje y los viajeros, el vuelo partió finalmente en dirección a Múnich, donde aterrizó sin incidentes la noche pasada.

INCREMENTO DE LA SEGURIDAD

Alemania reforzó ayer los dispositivos de seguridad en aeropuertos, estaciones y demás espacios públicos de todo el país después de que el ministro de Interior, Thomas de Maizière, informara de la existencia de "indicios serios" de un posible atentado terrorista planeado para finales de noviembre. De Maizière se ha reunido hoy con sus homólogos de los 16 länder alemanes para evaluar la situación. En esta reunión, el ministro ha llamado a todos los estados a mantenerse alerta, puesto que los indicios son "serios" y "preocupantes", pero también ha instado a no dejarse llevar por la "histeria".

La decisión de Berlín se produce tras recibir informaciones de EEUU de que dos o cuatro miembros de Al Qaeda estaban preparados para actuar en Alemania o el Reino Unido. La fecha posible para la llegada de los presuntos terroristas a Alemania, según medios alemanes, es el 22 de noviembre y se cree que su objetivo es perpetrar un atentado en algún mercadillo de Navidad u otro lugar, aprovechando una gran concentración de personas.