El presidente sirio, Bachar el-

Asad, prometió ayer nuevas reformas, incluida una revisión de la Constitución y elecciones. Fue su cuarta comparecencia pública desde que comenzaron las revueltas contra su Gobierno en marzo --que han sido duramente reprimidas, causando alrededor de 2.000 muertes-- pero esta vez aceptó preguntas de sus dos entrevistadores, aunque eran periodistas del régimen.

"Hemos iniciado un diálogo con las provincias y los gobernadores. Es necesario tener primero una discusión central es decir, dentro del partido Baaz y luego más amplia. Pero vamos hacia un periodo de transición. Habrá elecciones y se reformará completamente la Constitución", aseguró Asad, aunque no se mostró partidario de tocar el artículo 8 de la Carta Magna, que define al Baaz como líder del país. La nueva ley de partidos, que teóricamente acepta el multipartidismo, entrará en vigor esta semana: "Ya hemos comenzado a aceptar las peticiones de personas que quieren establecer partidos políticos. Y luego podremos elegir un día para las elecciones". Según indicó, los comicios serán en febrero.

LEY DE PRENSA Las promesas de Asad no quedaron ahí, pues anunció una nueva ley de prensa y mejoras en la situación de la minoría kurda. "El Estado debe respetar a sus ciudadanos y no verlos como mercenarios extranjeros", afirmó. Esta es una de las acusaciones del régimen desde el inicio de la revuelta.