Una calma relativa prevalece hoy en la ciudad de Trípoli, en el norte del Líbano, tras la reanudación de los choques anoche después del anuncio de la dimisión del Gobierno por el primer ministro Nayib Mikati.

Fuentes policiales señalaron a Efe que al menos seis personas han muerto y 28 han resultado heridas desde el estallido de los enfrentamientos el jueves por la noche entre vecinos de los barrios de Bab al Tebaneh, de mayoría suní, y de Yabal Mohsen, de predominio alauí, secta a la que pertenece el presidente sirio, Bachar al Asad.

La Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN) afirmó que esta mañana no se ha escuchado ningún disparo en Yabal Mohsen, ni en los distritos suníes de Mankubin y Al Malula, por donde anoche se extendieron los choques.

Aun así, algunas televisiones libanesas aseguran que todavía hay disparos esporádicos, mientras que colegios y universidades mantienen sus puertas cerradas.

Ayer, grupos de jóvenes bloquearon los accesos principales a Trípoli, en protesta por la no prolongación del mandato del jefe de la Policía, general Ashraf Rifi, originario de esta ciudad, y cuya renovación al frente de este cargo ha sido uno de los asuntos que han dividido al Ejecutivo.

En un discurso frente a la sede del Gobierno en Beirut, el propio Mikati explicó anoche que el Gabinete renunció en bloque por las diferencias sobre la fecha de celebración de las elecciones legislativas y la renovación del mandato de Rifi.

El Ejecutivo libanés ha sido incapaz de alcanzar un consenso para la formación de una comisión electoral que supervise los comicios del próximo 9 junio, ya que el grupo chií Hizbulá quiere que se alargue el mandato del Parlamento actual, donde tiene la mayoría.

El grupo chií, por otro lado, rechaza que se prorrogue al general Rifi frente a la jefatura de la Policía, porque lo considera cercano a la oposición antisiria.

La tensión en el norte del Líbano tiene como trasfondo el conflicto sirio, ya que la población libanesa está dividida entre partidarios y adversarios del régimen de Damasco.

Desde el inicio del conflicto en Siria en marzo del 2011, la situación de seguridad en el Líbano se ha deteriorado. En estos meses, ha habido secuestros, ataques de las fuerzas sirias al otro lado de la frontera y enfrentamientos en varias regiones del país.