La Policía israelí desmanteló hoy un nuevo campamento palestino de protesta levantado en una conflictiva zona de Cisjordania y próximo a Jerusalén, que fue levantado durante la visita esta semana del presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

El campamento fue levantado en el área conocida como E-1, especialmente problemática y a la que se refirió el propio Obama durante su estancia.

Israel anunció hace unos meses sus intenciones de construir 3.500 unidades de vivienda en esa zona, un corredor que bloquea en buena medida la continuidad territorial entre el territorio de Cisjordania y Jerusalén Este.

Los palestinos aspiran a levantar un estado independiente en Cisjordania, la franja de Gaza y la parte oriental de Jerusalén, territorios que fueron ocupados por Israel en la guerra de 1967.

Unos 200 agentes de la Policía israelí irrumpieron a primeras horas del día en el campamento y evacuaron a 40 personas en el transcurso de media hora, declaró a Efe el portavoz policial Miki Rosenfeld.

En el operativo no se registraron heridos ni entre los efectivos ni los manifestantes, aunque sí se practicaron tres arrestos, entre ellos el de una mujer que supuestamente atacó a un agente de policía, precisó la fuente.

Palestinos y activistas internacionales han desarrollado en el último tiempo una nueva iniciativa de protesta no violenta con la creación de este tipo de campamentos para protestar por la expansión colonial o tratar de salvaguardar terrenos de uso agrícola.

Cerca de media docena de ellos han sido desmantelados por las fuerzas de seguridad israelíes en distintos puntos de Cisjordania.