El Reino Unido impondrá restricciones más severas a los nuevos inmigrantes europeos para el acceso a las ayudas sociales. Según los planes presentados hoy por el primer ministro, David Cameron, a partir de finales de este año el subsidio de desempleo, hasta ahora ilimitado, se reducirá a seis meses, a menos que el demandante pueda demostrar tiene posibilidad real de conseguir un trabajo y que lo ha estado buscando activamente. Cameron también propone restringir a los extranjeros el acceso a la vivienda social a partir de la primavera. Los recién llegados deberán haber pasado al menos dos años como residentes en la comunidad para poder optar a uno de esos alojamientos.

El primer ministro promete acabar con lo que llama “turismo sanitario” y estudia la posibilidad de que se exija un seguro médico a los extranjeros que viajen del Reino Unido llegados de países no miembros de la Unión Europea. El acceso gratuito de que disfrutan actualmente los inmigrantes se mantendrá porque “cuando la gente viene aquí de forma legítima, es correcto que puedan emplearlo. Pero debemos ser claros. Tenemos un servicio de salud nacional gratuito. No tenemos un servicio internacional gratuito”, ha señalado Cameron.

Restricciones a Bulgaria y Rumanía

El primer ministro conservador quiere que todas estas medidas sirvan para tratar de controlar el flujo de nuevos inmigrantes que lleguen de Rumania y Bulgaria a partir del próximo años, cuando se eliminen las actuales restricciones que pesan sobre esos países.

En cuanto a la inmigración ilegal, Cameron ha anunciado multas a los propietarios que alquilen viviendas a los extranjeros que se hallen en situación irregular.