Más de dos años después de que empezara la guerra civil de Siria, tras más de 100.000 muertos, con millones de sirios desplazados y refugiados y cuando se ha comprobado sin duda que en el conflicto se han usado armas químicas, las Naciones Unidas por fin han logrado un acuerdo. Los cinco miembros con derecho a veto en el Consejo de Seguridad anunciaron anoche que han pactado un borrador de resolución que obligará al régimen de Bashar el Asad a entregar y deshacerse de su arsenal de armas químicas. El texto no incluye una amenaza de uso de fuerza inmediata si Asad incumple.

Ese último dato es el que explica que el borrador de resolución, que anoche mismo se presentaba a los otros diez miembros del Consejo, haya logrado el respaldo de Rusia y China. Estos dos países hasta ahora habían vetado tres veces los intentos de la ONU de involucrarse en el conflicto sirio.

Ni fuerza ni responsable

Si Moscú ha dado su apoyo finalmente a un borrador de resolución es porque el texto no se ha redactado bajo el capítulo 7 de la Carta de las Naciones Unidas, que permite el uso de fuerza militar para asegurar el cumplimiento de las resoluciones. Ese capítulo se menciona, pero solo para señalar que el Consejo decidirá "en caso de incumplimiento... imponer medidas para el capítulo 7". Es decir: para intervenir militarmente habría que redactar y votar una segunda resolución. Rusia podría vetarla.

Otro punto clave que explica el apoyo de Moscú a la resolución es que en el texto no se acusa directamente al régimen de Asad de haber cometido el ataque con gas sarín del 21 de agosto en Guta en el que murieron más de 1.000 personas.

Pese a la ausencia de amenaza militar directa y a la no atribución de responsabilidades a Asad por el ataque químico, Estados Unidos, Francia y el Reino Unido alabaron el pacto de resolución como un "hito" porque al reconocer que el uso de armas químicas es un ataque y amenaza para la seguridad y la paz internacional se abre a intervención de la ONU en el conflicto sirio. Además, Washington, París y Moscú siguen defendiendo que fue Asad quien lanzó el sarín y están "satisfechos" de que la resolución establezca la "fuerte convicción" de que quien fuera responsable del ataque deberá responder ante la justicia. "Es un paso adelante", aseguró antes de entrar a la reunión informal del Consejo el ministro francés de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius.

Tropas rusas

Aunque haya consenso, la votación en el Consejo de Seguridad tiene que esperar. Primero debe producirse en La Haya otra votación en la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas sobre el plan de desarme químico de Siria que pactaron EEUU y Rusia. Asad aceptó aquel plan, por primera vez reconoció públicamente que tiene un arsenal químico y aceptó destruirlo para mediados del 2014.

Cómo se realizará esa destrucción es otro de los elementos que deja en el aire el borrador de resolución, al menos hasta que se reciban documentos de La Haya. Rusia, de momento, ha anunciado ya que se opone a que el armamento se saque de Siria para ser destruido y desde Moscú se han lanzado mensajes diciendo que Rusia estaría dispuesta a enviar tropas a Siria para garantizar la seguridad en la destrucción del arsenal dentro de las fronteras sirias.