Las potencias apuran las horas para desencallar el pacto con Irán

El acuerdo definitivo sobre el programa nuclear iraní se hace esperar. La ronda de negociaciones entre las potencias mundiales e Irán que tenía que acabar ayer en Ginebra se prorrogó un día más ante la dificultad para salvar algunos escollos. Occidente pretende que el pacto ponga fin a las presuntas aspiraciones de fabricar armas atómicas por parte de Teherán.

Los jefes de las diplomacias de Irán y los seis países que dialogan con él --Estados Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido, Alemania y China-- además de la UE, se emplearon a fondo para sellar un acuerdo, pero según fuentes de las negociaciones, hay algunos puntos en los que no se logra conciliar posturas.

Resulta especialmente complicado establecer si el texto reconocerá que Irán tenga derecho a enriquecer uranio (y, en caso afirmativo, en qué terminos), el destino de 200 kilos de uranio que los iranís ya han enriquecido al 20% --muy por encima del necesario para los fines civiles-- y el rechazo de Teherán a congelar la construcción del reactor de Arak, que podría producir plutonio entre 12 y 18 meses después de empezar a operar.

DIFERENCIAS CONSIDERABLES A pesar del optimismo que parecía desprenderse con la llegada a Ginebra de los ministros de Exteriores de las potencias, especialmente la del secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, que se reunió con su homólogo iraní, Mohammad Javad Zarif, y con la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, el viceministro de Exteriores iraní, Abbás Araghchi, señaló que las negociaciones tenían que extenderse un día más. "Aún mantenemos diferencias considerables", indicó.

El jefe de la diplomacia británica, William Hague, subrayó que los ministros "no estamos aquí porque las cosas se hayan acabado necesariamente, sino porque son difíciles". "Son brechas estrechas las que nos separan, pero importantes", añadió Hague. Zarif afirmó que se está "discutiendo un acuerdo de tres fases y les aseguro que el enriquecimiento estará incluido". "No estamos listos para dar pasos que puedan hacer perder el respeto a los derechos e intereses de la nación iraní. Es una tarea difícil", dijo.