Obama ve en la solución un paso hacia un mundo más seguro

Kerry asevera que no bastan las palabras de Irán, sino los hechos verificables

EL PERIÓDICO

En el peor momento de su presidencia, Barack Obama ha visto como su estrategia de mano tendida hacia Irán quedaba reivindicada con un acuerdo de tintes históricos para detener temporalmente el progreso del programa nuclear iraní. El acuerdo cerrado con las grandes potencias llega tras casi una década de negociaciones infructuosas, maniobras dilatorias desde Teherán y la amenaza de una guerra proyectada fundamentalmente desde Tel Aviv. La "diplomacia abrió un nuevo camino hacia un mundo más seguro, un futuro en el que seremos capaces de verificar que el programa nuclear iraní es pacífico", dijo Obama el sábado por la noche.

Para el presidente es una victoria mayúscula, pero a su Gobierno le espera ahora un ingente trabajo de relaciones públicas para aplacar a los halcones dentro y fuera de sus fronteras. El acuerdo no solo ha indignado a Israel y Arabia Saudí, sus principales aliados en la región, sino que despierta grandes dosis de escepticismo en el Congreso, especialmente entre los republicanos pero también entre algunos demócratas.

La Administración insiste en que esta es la primera vez en una década en que se pone en pausa el programa iraní y, que a partir de ahora será imposible que Irán construya una bomba sin ser antes descubierto.

Pero la Administración está evitando las muestras de triunfalismo. No olvida el precedente de Corea del Norte, cuyo régimen reinició el reactor que había desmantelado parcialmente tras llegar a un acuerdo similar con la Administración Bush. La consigna es que se trata solo de un primer paso, seis meses para comprobar la seriedad de las partes y proceder entonces a negociar un acuerdo definitivo que permitiría a Irán desarrollar energía nuclear, a la vez que se desmantela su infraestructura para transformar el uranio y el plutonio en un arma.

"No nos hacemos ilusiones", dijo ayer el secretario de Estado, John Kerry, en uno de los programas políticos matutinos del domingo. "No hacemos esto en función de las declaraciones realizadas por alguien. Lo hacemos basándonos en acciones que pueden ser verificadas".

"Si Irán no cumple con todas sus obligaciones durante los seis meses transitorios, cesará el alivio (de las sanciones) y aumentaremos la presión", dijo Obama el sábado. Su Administración niega que el acuerdo avale el derecho de Irán a enriquecer uranio, una afirmación que se cuestionó ayer desde el Congreso.

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