Ni la trascendencia de la votación ni el despliegue de los medios de comunicación ayudaron a entusiasmar a los ucranianos, casi la mitad de los cuales no ejercieron ayer su derecho al voto en las elecciones parlamentarias. Ocho meses después de la caída del controvertido presidente Víktor Yanukóvich a raíz de la revuelta de Maidán, el triunfo electoral fue para las fuerzas nacionalistas y prooccidentales que apoyaron aquella revuelta y que han logrado capitalizarla, según cuatro sondeos a pie de urna difundidos tras el cierre de los colegios electorales. Los resultados oficiales pueden tardar días.

La coalición liderada por el presidente Petro Poroshenko ganó la contienda (23%), según estos sondeos, pero sin noquear a sus rivales. Muy de cerca, de hecho, lo sigue el actual primer ministro Arseni Yatseniuk, (21,3%) líder del Frente Popular. Y también destacable es el ascenso del partido Samopomich (Autoayuda), una nueva formación política que lidera el alcalde de Lviv, Andrei Sadovyi, otro simpatizante de Maidán (13%).

Por el contrario, el partido Batkivshchyna, de la exprimera ministra Yulia Timoshenko, no tenían siquiera asegurada la entrada en el Parlamento.

Por otro lado, la participación en las elecciones legislativas celebradas ayer en Túnez fue estimada en un 59,9 % del electorado, según un primer dato facilitado por la Instancia Superior Independiente para las Elecciones (ISIE). El cálculo fue hecho tras el recuento realizado en 2.000 mesas electorales repartidos por todo el país, que vienen a representar la quinta parte del total de 10.972, según dijo en rueda de prensa el presidente de la ISIE, Chafik Sarar.

Además, en Uruguay se celebró la primera vuelta de las presidenciales. El nuevo dirigente se conocerá el 30 de noviembre, cuando Tabaré Vázquez (Frente Amplio) y Luis Alberto Lacalle Pou (Partido Nacional) compitan en la segunda vuelta.