El alto el fuego en el este de Ucrania entró en vigor a medianoche y ambas partes parecían respetarlo. Aunque, transcurridos unos minutos, se oyeron algunos disparos de artillería en Donetsk, fueron interrumpidos inmediatamente. Las milicias prorrusas habían declarado horas antes la tregua a partir de la medianoche en medio de una amplia ofensiva que pretendía ganar cuanto más terreno posible al Ejército de Kiev antes del cese de los combates, acordado el pasado jueves por los presidentes de Ucrania, Petró Poroshenko, y de Rusia, Vladímir Putin, con la mediación de los líderes de Alemania y Francia, Angela Merkel y François Hollande, en la cumbre de Minsk. También Poroshenko ordenó a las fuerzas gubernamentales que dejaran de disparar.

"Cesamos el fuego pero a excepción de las zonas internas. Pondremos fin a todo intento de salir de la bolsa de Debáltsevo, ya lo he ordenado", dijo el líder de la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD), Alexándr Zajárchenko. Advirtió que los milicianos cambiarán de plan de acción, si las autoridades ucranianas incumplen los acuerdos alcanzados de Minsk.

Debáltsevo es un municipio del este de la provincia de Donetsk donde se cruzan importantes vías férreas de Ucrania, entre ellas las que conducen a Járkov, Mariúpol, Rostov del Don y Moscú.

La referencia de Zajárchenko a la "excepción" de Debáltsevo causó una gran preocupación y arrojó serias dudas sobre la aplicación del alto el fuego en la zona. Según Zajárchenko, Debáltsevo no se menciona en los acuerdos de Minsk "lo que significa que Ucrania simplemente traicionó a 5.000 personas que están en la bolsa". El Gobierno de Kiev reaccionó con indignación, denunciando "los intentos de Rusia y de los terroristas que controla de socavar el alto el fuego". Anteriormente, un alto cargo militar de la insurgencia prorrusa advirtió que las milicias no