Alemania y Francia no están dispuestos a que los acuerdos de paz firmados el 12 de febrero en Minsk, capital de Bielorrusia, acaben en agua de borrajas y ayer exigieron a las partes que cumplan el pacto "íntegramente". "El cese del fuego ha sido violado en varias ocasiones, ahora ha de ser respetado íntegramente en toda la línea de frente", dijo el presidente francés, Francois Hollande, que ayer se reunió en París con la cancillera alemana, Angela Merkel.

El pacto que entró en vigor el 15 de febrero prevé además la retirada de las armas pesadas del frente de batalla y la puesta en libertad de los prisioneros de ambos bandos. "El objetivo es que los acuerdos de Minsk se pongan en marcha en la práctica", afirmó Merkel. "Hay que hacer todo lo necesario para que el baño de sangre no continúe", añadió. Merkel amenazó con sanciones económicas a quien no respete los acuerdos, incluyendo a Rusia. Para este martes está prevista una reunión en la capital francesa de los ministros de Exteriores de Ucrania, Rusia, Francia y Alemania. La reunión de Hollande y Merkel se ha producido tres días después de que los rebeldes prorrusos lograsen hacerse con la ciudad de Debáltseve, tras varios días de intensos combates, que continuaron a pesar de la tregua de Minsk.