El ministerio francés del Interior ha impedido la salida del país de seis presuntos yihadistas franceses que se disponían a viajar a Siria. Francia aplica así, por primera vez, una de las principales medidas del plan antiterrorista aprobado el pasado mes de noviembre.

Según una información de la radio RTL, los pasaportes y documentos de identidad de estos seis franceses han sido confiscados durante seis meses, un periodo que podría prolongarse hasta los dos años. Además, sus nombres han sido transmitidos al sistema de información de Schengen, el fichero de control accesible desde todos los puestos fronterizos europeos.

Las intenciones de los seis ciudadanos franceses, todos ellos mayores de edad, fueron detectadas en algunos casos por los propios familiares, que dieron la voz de alarma a través de un número habilitado por el Ministerio del Interior para comunicar cualquier sospecha de radicalización.

En otros, fueron los servicios de la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI) quienes los identificaron en el curso de las múltiples investigaciones que la policía francesa lleva a cabo, especialmente tras los atentados del pasado mes de enero que costaron la vida a 17 personas.

Según un decreto publicado el pasado 15 de febrero, las autoridades pueden decidir la confiscación del documento nacional de identidad o del pasaporte si existen “razones serias" para creer que la persona en cuestión prevé viajar al extranjero para participar en actividades terroristas o en el teatro de operaciones de grupos terroristas. Los afectados pueden recurrir la medida ante el Tribunal administrativo de París, el único competente en esta materia.