Cuando ha pasado un día del terremoto de magnitud 7,7 que, con epicentro en el noreste afgano, sacudió este lunes Afganistán y Pakistan, la cifra de muertos supera ya las 300 personas.

Pakistán es, por el momento, el país más afectado, con 231 víctimas mortales y 1.652 heridos, según las autoridades, que continúan con las operaciones de rescate, sobre todo en la región de Khyber Pakhtunkhwa, fronteriza con Afganistán. El obierno ha comenzado ya a enviar ayuda a la zona.

Mientras, el Gobierno afgano ha informado de la muerte de 76 personas, aunque un recuento de las autoridades locales eleva la cifra de víctimas mortales a 94. Hay además 345 heridos.

Fuentes locales agregaron que más de 4.000 viviendas han sido devastadas por el terremoto, que se registró ayer alrededor de las 13.30, hora local (9.00 GMT) en Badakhshan, en el noreste del país, una provincia fronteriza con Tayikistán, China y Pakistán.